GUERRA ARANCELARIA

EEUU y China reabren negociaciones comerciales

Trump enfría las posibilidades de avance y manifiesta que espera poco de las conversaciones

president donald trump

president donald trump / JONATHAN ERNST

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Estados Unidos y China ha reabierto este miércoles conversaciones entre altos dirigentes de ambos países, pero sin llegar al máximo nivel gubernamental, com el objetivo de contribuir a parar la guerra comercial y arancelaria enla que se encuentran inmersos. Las negociaciones continuarán mañana y aunque el propio hecho de que se reúnan ya es una noticia positiva, las posibilidades de algún tipo de acuerdo son muy diferentes según la fuente. Mientras que el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó el paado martes que no confiaba en que saliese gran cosa de estas negociaciones, desde la parte china se mostraron esperanzas en obtener "buenos resultados".

Las conversaciones las lideran el viceministro chino de Comercio, Wang Shouwen, y el subsecretario americano del Tesoro encargado de asuntos internacionales, David Malpass, y tienen lugar en Washington. 

La tentativa de recuperar el espíritu negociador entre las dos potencias tiene lugar solo unos días antes de la entrada en vigor de unas nuevas tarifas aduaneras del 25% sobre productos chinos valorados aproximadamente en 16.000 millones de dólares. Estas nuevas tasas afectan a motos, tractores, piezas para trenes, circuitos eléctricos, motores y equipamiento agrícola. La respuesta de Pekín ha sido anunciar que pondrán marcha aranceles por un importe similar a productos estadounidenses. Con la nueva oleada de aranceles, el importe total de productos chinos afectados superará el valor de 50.000 millones de dólares. 

Los dos días de reuniones serán de hecho las primeras conversaciones formales desde que el secretario de Estado de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, se reunió con el asesor económico chino Liu He en Pekín en junio. La parte china salió convencida de aquellos encuentros que se habían rebajado las tensiones, pero a los pocos días Trump anunció que adoptaría las primeras represalias comerciales.

Estados Unidos mantiene un déficit comercial de unos 335.000 millones de dólares con China  y la administración estadounidense se queja de "prácticas comerciales desleales" por parte de China, como tranferencias ilegales de tecnología o el escaso respeto a los derechos de propiedad intelectual.