RELEVO EN EL GIGANTE DE LAS 4 RUEDAS

Fiat, la (otra) 'mamma' de todos los italianos

La evolución de la firma automovilística está íntimamente ligada a las vivencias de muchos ciudadanos

El bailarin Samuel Marti realiza una 'performance' durante la presentacion del modelo 60º aniversario del Fiat 500, el año pasado, en Barcelona.

El bailarin Samuel Marti realiza una 'performance' durante la presentacion del modelo 60º aniversario del Fiat 500, el año pasado, en Barcelona. / .38383873

Rossend Domènech

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La Italia de la posguerra mundial tenía dos mamás, como así se les conocía en el país: la Democracia Cristiana en política y la Fiat como industria de la movilidad, sucediendo a a la mítica moto Lambretta.

Si en los años 60 en Turín los sindicatos explicaban que en la ciudad la gente se levantaba, acostaba, comía, practicaba sexo y paseaba según imponía Fiat, en el resto de Italia el Fiat-500 constituyó una revolución social, acortando las distancias en la península y obligando a construir nuevas carreteras. "Los trazados los decide Fiat", bromeaban los ciudadanos, sin equivocarse demasiado.

Cincuenta años más tarde y con el mundo totalmente cambiado, el filósofo Sergio Marchione, consejero delegado de la firma, tuvo que pensar en un nuevo Fiat-500, al constatar que, con los coches de gran volumen, las ciudades se quedaban pequeñas, y porque una nueva versión del cochecito, como titularía Marco Ferreri una de sus películas, seguía constituyendo una inversión al alcance de las familias.

El vehículo de los pobres

En Portugal y en España se había llamado Fiat o Seat 600, pero en Italia era más diminuto y elemental, ejemplo sublime de vehículo que aún circula gracias a una ley especial (la de las marcas históricas), que se luce en exposiciones de diseño. El nuevo Cinquecento es lo mismo, pero con un motor más sencillo y estéticamente más adecuado a la competencia más pija (y más cara) del Smart.

El mítico Cinquecento fue el escenario de los primeros juegos eróticos  y del adulterio de los pobres. Propició la emancipación de las mujeres e inspiró miles de chistes. Dio libertad de movimiento a las clases obreras, inspiró películas, novelas, relatos, cuentos y sueños. Fue un mito personal, social, politico, económico y cultural.

La nueva versión de Marchione fue  resucitada a principios de siglo en Polonia. Desde entonces, el mundo ha vuelto a cambiar de nuevo, de tal manera que quizás los todoterrenos como el Jeep resulten más adecuados para los nuevos tiempos.