problemas en el tráfico aéreo

Vueling no resiste las dificultades del tráfico aéreo

Mostradores de facturación de Vueling, en el aeropuerto de El Prat, el pasado día 17.

Mostradores de facturación de Vueling, en el aeropuerto de El Prat, el pasado día 17. / ELISENDA PONS

Max Jiménez Botías

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"¿Qué pasa con Vueling?" La pregunta es recurrente en el sector aéreo, pero también entre quienes han tenido que viajar recientemente con la aerolínea del grupo IAG. No hay más que echar un vistazo a las redes sociales para comprobar el alud de queja y críticas que ha provocado la operativa de la compañía o, simplemente, recordar los 15.000 pasajeros que se han quedado en tierra esta semana por una tormenta en el aeropuerto de Barcelona-El Prat. Por cierto, base de la compañía, donde es responsable del 40% de las operaciones, pero también es la aerolínea que acumula más retrasos en el aeropuerto que tiene el dudoso honor de liderar el ránking de las demoras durante los meses de mayo y junio, según los datos que registra Eurocontrol, el organismo europeo de supervisión del tráfico aéreo. Así, que cabe preguntarse también: ¿Qué pasa con El Prat?

En la semana del 3 al 8 de julio, Vueling registró una puntualidad del 58,7% en toda su red, lo que quiere decir que acumula retrasos del 41,3%. La misma proporción se puede aplicar a su base de Barcelona (el 57,4% frente al 42,6%). No es mayor la puntualidad de Vueling que la de Ryanair o Easyjet en su propia red. Tampoco en El Prat. Solo Norwegian ofrece mejores ratios que sus competidoras, aunque «nuestra operativa es menor que la de Vueling en Barcelona», según confirman fuentes de la compañía. Cuanto más operativa más posibilidades de retrasos.

Mal de muchos...

Como sea, un 42% de retrasos no es poca cosa. Vueling no niega que en ocasiones puede ser consecuencia de la ajustada operativa de la compañía, pero también apela al 'mal de muchos...': «Todas las compañías hemos estado igual en mayo y junio», afirman fuentes de la aerolínea. Una primavera con muy mal tiempo en Europa y la huelga de controladores del aeropuerto de Marsella --particularmente en mayo-- son las razones que esgrimen las aerolíneas para explicar retrasos y cancelaciones. Pero solo Vueling ha llegado a cancelar 86 vuelos en un solo día --29 de ellos en Barcelona-- por una tormenta. 

«Todo el mundo en el sector aéreo sabe que Vueling va muy justa en su operativa. A la que se produce el menor contratiempo, tiene problemas», ha comentado un ejecutivo de la competencia. No es el único que lo menciona. José Ramírez (UGT), presidente del comité de empresa de Iberia en Barcelona, comentaba el miércoles que una de las razones por las que el personal de tierra de Iberia de El Prat ha convocado huelga, es por la carga de trabajo que implica la operativa de Vueling. «Programan vuelos que luego no se pueden atender», comentó.

El precedente de una crisis

Ya le ocurrió algo así en el verano del 2016, cuando generó una auténtica crisis en El Prat. Pero la compañía asegura que ya ha superado esa fase. «Tenemos hasta nueve aviones de reserva en Barcelona para cubrir emergencia. Ninguna otra tiene más», señalan. Además, los pilotos acaban de firmar un convenio convencidos de la normalidad que envuelve la actividad de la empresa. Pese a todo, cualquier contratiempo rompe esa normalidad. 

Y el propio aeropuerto ha contribuido a romper la normalidad en mayo y junio, cuando ha liderado los retrasos en Europa. Pero en junio, la conflictividad laboral de Marsella ya se había calmado,. Aun así, otras tres causas han contribuido al liderazgo: condiciones climáticas, problemas de capacidad y 'airport events' ( 'circunstancias del aeropuerto'). Enaire, el organismo de control del tráfico aéreo en España, ha declinado explicar a que se deben esos retrasos. Según Pau Marín, del sindicato de controladores aéreos (USCA), las 'circunstancias del aeropuerto', a las que se debe casi la mitad de los retrasos de junio, se atribuye a la implantación de un nuevo sistema de aproximación para optimizar los aterrizajes. «Los pilotos tienen que adaptarse a los nuevos procedimientos y la implantación ha provocado retrasos», cuenta Marín.

Capacidad Saturada

Además, la capacidad del centro de control de Gavà está saturada. «Se aplican turnos excesivos. Si los controladores de Barcelona no están de huelga es porque arrancaron un acuerdo a Aena para incorporar 420 nuevas plazas de aquí al 2025. »El espacio de Barcelona es muy denso y faltan controladores. Los retrasos por capacidad que señala Eurocontrol se deben a esa situación", agrega Marín.

Y todo ello sin contar el 'cacao' que se ha organizado en el espacio aéreo europeo como consecuencia de los controladores de Marsella y la invernal primavera que se ha producido. Hasta el punto de que la asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha tenido que emitir un comunicado pidiendo a los gobiernos qu actúen para evitar los cuellos de botella aeroportuarios que han doblado las demoras con respecto al 2017. "No hay manera de arreglarlo de forma rápida este año, pero las soluciones que se necesitan son conocidas. Con las inversiones adecuadas y la planificación por parte de los gobiernos y los organismos aéreos nacionales, podemos, y debemos, hacer que el año próximo sea mejor", ha escrito el director general de la IATA, Alexandre de Juniac. Volar este verano va a ser una aventura.