La banca considera que el impuesto al sector perjudicará al crédito

Las patronales del sector bancario, la AEB y la CECA, han dado a conocer este martes un comunicado conjunto en el que muestran su rechazo al impuesto que el Gobierno quiere imponer al sector financiero. Destaca el comunicado que la banca puede compartir los objetivos que se pretenden cumplir con esta medida, pero que "la creación de nuevos gravámenes a la banca no constituye una solución adecuada, porque sería injusta y porque conllevaría efectos colaterales perjudiciales para la economía española en general".

El comunicado insiste en que no es razonable hacer recaer las necesidades de ingreso adicional del sistema de pensiones sobre un único sector empresarial, "especialmente si se tiene en cuenta que su ponderación en la economía y en los beneficios empresariales es en torno al 3 %". En este sentido destaca que "si la solución a este problema requiere aumentar los ingresos públicos, todos los agentes deben contribuir a sufragarlo de manera equitativa".

En opinión de las patronales, el incremento de la carga tributaria del sector financiero generaría para nuestras entidades una desventaja competitiva a nivel europeo, y supondría un obstáculo al relevante papel que desempeña este sector en términos económicos y sociales, con especial incidencia en lo que se refiere a su contribución al empleo y al desarrollo de la

actividad económica a través de la concesión del crédito. En este sentido, se manifiesta en contra de la opinición de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien este lunes, rechazó que el impuesto a la banca tuviera repercusión sobre el crédito.

Mayor aportación

La asociaciones patronales, destacan que debe recordarse que el sector financiero ha realizado considerables esfuerzos en el pasado para facilitar el cumplimiento de los objetivos de déficit público y que, además, su contribución al sostenimiento del gasto público ya es superior a la de otros sectores de actividad (por la existencia, entre otras medidas, de un tipo impositivo incrementado en el impuesto sobre sociedades, un impuesto sobre depósitos de entidades de crédito o las cuotas del IVA soportado no deducibles).

Recuerdan, asimismo, que desde la regulación sectorial se han introducido diversas exigencias a nivel europeo en el marco de la unión bancaria para reforzar la solvencia del sistema financiero, entre las que destacan las contribuciones al Fondo de Garantía de Depósitos y al Fondo de Resolución, que suponen un coste para el sector financiero que afecta a los resultados y, por tanto, a los dividendos que percibe una amplia base accionarial minorista. "El establecimiento de un impuesto sectorial supondría un sobrecoste adicional que haría aún más difícil acceder al mercado de capitales", destacana.