modelo sindical

Ansias de calma para la estiba

Antolín Goya.

Antolín Goya. / periodico

Eduardo López Alonso / Barcelona

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El cambio de Gobierno en España ha llevado a los estibadores nuevos aires y promesas de tranquilidad para el futuro. Tras unos tumultuosos meses de huelgas y tiranteces negociadoras con el Gobierno de Mariano Rajoy y sus interlocutores en el 2017, los trabajadores de los puertos prevén que el reglamento regulador del sector se apruebe este mes de julio. De ser los trabajadores más vilipendiados de la esfera laboral española, por su salarios relativamente altos y capacidad de poner de a sus pies a las empresas para las que trabajan, los estibadores se han convertido en un ejemplo a seguir en unidad de acción y logros tras la movilización. 

Antolín Goya, coordinador general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, es la cara más visible del movimiento sindical estibador. Tras la tópica imagen de fornidos brazos, el estibador actual es un negociador nato y trabajador escrupuloso por la cuenta que le trae. La labor de la estiba es fluctuante a ritmo de carga y descarga, pero repleta de riesgos en el que cualquier error supone mucho dinero y peligro de muerte propio o de compañeros. 

Nuevo marco legal

La llegada de los socialistas al Gobierno es vista con buenos ojos por Goya, habida cuenta de las dificultades sufridas con el anterior y la amenaza de nuevas huelgas que se habían vuelto a poner sobre la mesa. Ahora todo ha cambiado y Goya prioriza un marco legal estable para las empresas y los trabajadores del sector. La Asamblea confederal que la Coordinadora ha organizado esta semana en Barcelona, con la presencia de más de 250 estibadores de toda España, debe servir de para orientar en la estrategia a seguir. 

Romper la unidad de acción

"Con el anterior Gobierno habíamos llegado a un callejón sin salida, no nos daban ninguna respuesta y ni siquiera nos cogían el teléfono", explica Goya. En su opinión, el Gobierno del PP intentó hacer una campaña de desprestigio permanente, "pero el problema no estaba en las condiciones laborales del colectivo, sino en la capacidad de interlocución que tienen los estibadores frente a las empresas. El romper la unidad de acción sindical era más importante que cambiar el modelo organizativo, pero si de algo nos sentimos orgullosos es de haber mantenido la unión de los trabajadores pese a los ataques".

Centros portuarios de empleo

La posición férrea del sindicato tuvo recompensa y un marco legal que supone la creación de los nuevos centros portuarios de empleo, verdaderas empresas de trabajo temporal especializadas que cumplen con las exigencias del marco legal. "Hay que intentar que el modelo sindical de la estiba sea un modelo para otros sectores y que pueda ayudar a cambiar las cosas en este país. La palabra sindicalismo se ha desgastado mucho y hay otras formas de hacer. Antes de las decisiones políticas debe haber una posición solidaria y un compromiso sindical claro", opina Goya. Solo de esa manera, sostiene, los salarios subirán cuando las empresas ganen más. Pero en el caso de los estibadores el salario depende de la actividad, y el salario variable choca normalmente con lo que impera en el mercado laboral en España. Al menos por ahora.