GUERRA COMERCIAL

Harley-Davidson transfiere parte de su producción fuera de EEUU por la guerra arancelaria abierta por Trump

El viernes entraron en vigor aranceles de la UE que habrían disparado 2.200 dólares el precio de cada moto

Harley Davidson

Harley Davidson / periodico

Idoya Noain

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En febrero del año pasado, cuando recibió a los ejecutivos de Harley-Davidson en la Casa Blanca, frente a cinco de las icónicas motos aparcadas en sus jardínes Donald Trump clamó: “Estoy orgulloso. Made in America!”. Ya entonces ese “hecho en América” del que presumía el presidente no era del todo cierto, y la empresa en ese momento construía una fábrica en Tailandia, que se sumaba a plantas en India, Australia y Brasil. Pero lo es aún menos ahora, 16 meses después, y como consecuencia de la guerra arancelaria que Trump ha abierto con socios como la Unión Europea.  

Harley-Davidson este lunes ha anunciado que transfiere parte de su producción fuera de EEUU para tratar de “aliviar” el impacto de los aranceles que Bruselas ha aprobado en respuesta a los impuestos por Trump a las importaciones europeas de aluminio y acero. Y en documentación presentada ante la SEC, la Comisión de Bolsa y Valores, asegura que “incrementar la producción internacional para aliviar el peso de los aranceles europeos no es la preferencia de la compañía pero representa la única opción sostenible para hacer sus motocicletas disponibles a clientes en la UE y mantener un negocio viable en Europa”.

La decisión de Harley-Davidson pone en evidencia los efectos colaterales de la política proteccionista de Trump, de los que había advertido ya la propia empresa de Milwaukee (Wisconsin). Y llega tres días después de que el viernes se activara el arancel especial a productos estadounidenses por valor de 3.200 millones de dólares, 2.800 millones de euros, con los que la UE respondió a los establecidos por Washington.

Según Harley-Davidson, la nueva situación, que ha subido los aranceles de sus motos del 6 al 31%, habría elevado en unos 2.200 dólares el precio de cada unidad en Europa, su segundo mayor mercado después de los propios EEUU y donde en 2017 vendió unas 40.000 (una sexta parte de sus ventas mundiales). La compañía, según la documentación presentada ante la SEC, cree que “el tremendo incremento de costo, si se pasara a concesionarios y clientes, tendría un impacto perjudicial inmediato y duradero en su negocio en la región”.

No se ha especificado de momento dónde se transferirá la producción pero se dice que el proceso llevará entre nueve y 18 meses. De momento la compañía absorberá el coste de los aranceles europeos, con una factura que calcula que será de entre 30 y 45 millones de dólares en lo que queda de año.

Harley-Davidson, que dará más detalles el mes que viene cuando presente los resultados del segundo trimestre, tampoco ha facilitado información sobre cómo el movimiento afectará a los empleos en EEUUTrump, tan locuaz habitualmente, de momento no ha dicho ni tuiteado nada.