ENTREVISTA

Antolín Goya: "El anterior Gobierno ya no nos cogía ni el teléfono"

El coordinador general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar confía en que el nuevo reglamento de la estiba sea aprobado en julio

Antolín Goya, coordinador general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar.

Antolín Goya, coordinador general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar. / periodico

Eduardo López Alonso / Barcelona

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Los estibadores españoles se reúnen este martes y miércoles en Barcelona para definir las estrategias sindicales a aplicar en el futuro. La Asamblea Confederal de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar debe vislumbrar a través del debate interno los futuros escenarios que se abren una vez que se apruebe el reglamento que desarrolla el decreto acordado tras la huelga del pasado año. El coordinador general de la Coordinadora, el tinerfeño Antolín Goya, analiza la situación actual. 

-- Un cambio de Gobierno, ¿un respiro para los estibadores españoles?

-- Esperamos que el cambio de Gobierno corrija la gran deficiencia de los anteriores interlocutores, con el anterior Ejecutivo del PP. Hasta ahora la relación con los interlocutores del PSOE ha sido muy buena y esperamos que la predisposición al diálogo y a la negociación se mantenga.

-- ¿Un buen momento para el cambio? 

-- LLega en un momento complicado, ya que estamos en el periodo de ampliación del periodo de transición de adaptación a la norma tras la aprobación en el BOE. El cambio de Gobierno retrasa la situación. Con el anterior Gobierno habíamos llegado a un callejón sin salida, no nos daban ninguna respuesta y ni siquiera nos cogían el teléfono. Nos situaban en una situación de imposibilidad y teníamos que volver a convocar huelgas. Si los presupuestos se aprueban, se incluirá una enmienda para adaptarse al nuevo marco legal.

-- ¿Tan dura fueron las relaciones con los negociadores del PP? 

-- La última mentira del anterior responsable de puertos del Estado, Julio Gómez Pomar, fue que nos dijo que había enviado el informe del reglamento al Consejo de Estado y luego descubrimos que lo hizo un mes más tarde, una semana después de que lo echaran a él. De haberlo hecho, los plazos se hubieran acortado y el reglamento podría haber entrado en vigor antes. 

-- ¿Cuándo entrará en vigor?

-- En la primera reunión que tengamos con el Gobierno tendremos que abordar la cuestión de los plazos y creemos que será posible que el nuevo reglamento entre en vigor a finales de julio. 

-- No se prevén huelgas entonces...

-- No tenemos ningún interés en hacer movilizaciones. Es la última de nuestras intenciones si hay predisposición para hablar y solucionar problemas. Si se sacan adelante los temas previstos, en principio no debería haber ningún problema.

-- ¿Y los peros de las autoridades de la Competencia al reglamento?

-- Competencia ha abierto un expediente y está preguntando por el tema de la subrogación de los contratos. Tenemos plena tranquilidad. El real decreto exige que se subroguen los contratos por convenio colectivo por acuerdo con las empresas. Las partes estamos legitimadas, se hicieron cambios y se publicaron en el BOE y no creo que vaya a haber más problemas. 

-- Será el fin de la SAGEP, la sociedad que concentra los contratos. 

-- La SAGEP se tiene que transformar en el Centro Portuario de Empleo, una verdadera ETT específica. Las empresas podrán asociarse a esa ETT, defendemos que sea una única del puerto. Hemos hecho concesiones para mejorar la flexibilidad e incluso los costes. La totalidad de las sociedades de contratación actuales se habrán transformado en centros portuarios de empleo a final de año. 

-- ¿Una buena solución?

-- La solución alcanzada llegó tras la falta de diálogo y desconocimiento del sector del anterior Gobierno. Si no hubiéramos tenido un equipo negociador intoxicado por el director de Puertos del Estado ahora tendríamos un modelo que funcionaba y que funcionaba bien. Tuvimos la mala suerte de coincidir con un director de Puertos del Estado que hacía declaraciones públicas en contra de los intereses del Gobierno de España. Hacía declaraciones en sede parlamentaria en contra de lo que decía España en Bruselas. Intoxicó todo el tema. El modelo resultante permite abrir un futuro a la profesión, pero podía haberse hecho de manera más dialogante la negociación y alcanzar un modelo final más competitivo. 

-- ¿Ha cambiado la capacidad negociadora como sindicato y su fuerza de presión ante el Estado?

-- La fuerza en la mesa de negociación no te la da la ley, te la da la solidaridad de los compañeros, que tengamos una posición única, que la gente entienda que las posiciones sindicales divididas no lleva más que al fracaso en la negociación. Como Coordinadora vamos a intentar seguir siendo el sindicato mayoritario. Hay que intentar que el modelo sindical de la estiba sea un modelo para otros sectores y que pueda ayudar a cambiar las cosas en este país. La palabra sindicalismo se ha desgastado mucho y hay otras formas de hacer. Antes de las decisiones políticas debe haber una posición solidaria y un compromiso sindical claro.

-- Pero a los estibadores se les ha tratado de trabajadores privilegiados. Será difícil que puedan dar lecciones a los demás trabajadores.

-- La campaña de desprestigio fue muy grande. Para justificar la aberración de reforma que planteó el Gobierno anterior tuvieron que recurrir al desprestigio de nuestro trabajo. El nivel del sector en España es altísimo. El Gobierno del PP intentó hacer una campaña de desprestigio permanente, pero el problema no estaba en las condiciones laborales del colectivo, sino en la capacidad de interlocución que tienen los trabajadores frente a las empresas. El romper la unidad de acción sindical era más importante que cambiar el modelo organizativo. Si de algo nos sentimos orgullosos es de haber mantenido la unión de los trabajadores pese a los ataques. Ante cualquier desafío la única solución pasa por mantener una posición común. Nuestra gran diferencia con otros sectores es la gran unidad sindical. Los trabajadores tienen que ser conscientes de que teniendo una posición común y fuerza en la negociación las cosas pueden cambiar.   

-- El coste de la reforma de la estiba, ¿en quien recaerá?

-- El Estado al final ha decidido que sean las empresas las que sufraguen el coste de los ajustes que se produzcan. El Gobierno del PP intentó que fueran los Presupuestos del Estado los que sufragasen el coste de los ajustes, una aberración. Eso fue la primera propuesta que el Parlamento tumbó gracias al PSOE, que se opuso. 

-- ¿En qué mejorarán las cosas?

-- No hemos pedido una mejora salarial, o trabajar menos o mejora de horarios, lo único que pedimos es que la profesión tenga futuro. Que tengamos una negociación de tu a tu, que si las empresas tienen beneficios, los trabajadores participen también de esos beneficios. Lo que no puede ser es que si la empresa va mal, pague el trabajador y si van bien también pague el trabajador. Nos parece descompensado y nuestra visión sindical va en ese sentido, por lo que ante cualquier desafío la solución es Coordinadora, el eslogan de nuestro congreso. Tiene que haber debate interno para que haya posición unitaria. Lo más importante es que la profesión tenga futuro más que estar mejor. De ese espíritu podrían nutrirse otros sectores. 

-- Sobre la autonomía portuaria a la que aspiran algunos gestores de infraestructuras como Port de Barcelona, ¿Qué opina?

-- Sindicalmente no nos afecta. Existe una estructura estatal y cada puerto tiene autonomía para pactar lo que quiera. La capacidad de autogestión y de competencia es muy alta y actualmente. Este es un negocio en el que los grandes operadores tienen una presencia internacional muy amplia. Lo que quieren es recibir el mejor servicio, un modelo organizativo español que es un ejemplo para los demás. Lo que les interesa es cuantos contenedores vas a mover, a qué velocidad y a qué precio. 

-- ¿Habrá más contrataciones?

-- Llevamos muchos años de récord de tráfico de contenedores incluso en pleno conflicto laboral. Si los tráficos siguen así se va a generar más empleo. Hay épocas con picos muy altos y muy bajos. Una huelga de transporte en Brasil puede afectar al tráfico de buques a escala mundial ahora, por ejemplo. 

-- ¿Y qué pasará con sus salarios?

-- La estructura salarial de los estibadores en un 80% está en función de la producción. Ganamos más en función de si movemos más carga o otros indicadores variables. Si no movemos toneladas no cobramos. No somos una carga excesiva para las empresas. Si hay más tráfico todos ganamos más. El salario base es bajo y el salario de producción depende. Ofrecimos a las empresas mejor flexibilidad e incluso el 10% de rebaja salarial si existe un compromiso de seguridad laboral. Eso es lo que hemos estado explorando y que esa opción sea una realidad. 

-- Y si alguien quiere ser estibador ¿Cómo lo puede hacer?

-- Si alguien quiere ser estibador lo que tiene que hacer es sacarse un título habilitante e inscribirse en la empresa de trabajo temporal. Las previsiones de creación de empleo son difíciles de prever, cada vez es más habitual la automatización de procesos pero si aumenta el tráfico habrá más contrataciones.