Ley de Segunda Oportunidad

María Teresa Marcos: "Te hacen sentir una delincuente cuando no lo eres"

La tarrasense seguía debiendo 100.000 euros al banco después del embargo de su vivienda

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Alicia Gracia

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María Teresa Marcos, de 36 años, natural de Terrasa y con dos hijos menores de edad a su cargo, llegó a acumular hace seis años una deuda de 196.000 euros con dos entidades bancarias. Todo se torció a raíz de su divorcio, tras el cual el banco embargó la vivienda en la que vivía, pero con un diferencial de 100.000 euros que la afectada seguía debiendo.

“El banco actuó muy mal porque si ya se había quedado con la casa, no entiendo que me dejara con esa deuda que no te permite hacer nada en la vida, te deja sin arnés”, explica María Teresa. Tal fue la angustia de la afectada, tanto por sus hijos como por el familiar que la avaló, que llegó a desarrollar una “epilepsia tremenda”.

La presión de los bancos se hizo insoportable. “No paran de llamarte, de atemorizarte, aunque tú les digas que no trabajas, solo quieren cobrar. Cogen incluso a empresas subcontratas para que te llamen constantemente y te digan lo que te puede pasar. Te meten en el Boletín Oficial del Estado incluso, te hacen sentir una delincuente cuando no lo eres”, recuerda.

En 2016, a través de una amistad, conoció la ley de Segunda Oportunidad e inició el procedimiento para exonerar sus deudas. “Me dijeron que iba a ser un proceso lento porque era poco conocido”, señala. Pero el pasado mes de marzo, tras dos años de trabajo, consiguió culminar el proceso con éxito, liberando también a su avalista de las deudas contraídas, un caso pionero que crea jurisprudencia para aplicar en futuros casos. “Tuve que tener mucha paciencia porque el proceso fue costoso. En momentos me desesperaba y pensaba que no iba a llegar a buen puerto”, explica esta catalana, que también recuerda que a lo largo de todo el proceso se dio cuenta de que “los jueces desconocen bastante el tema” y “los afectados no acaban de creerse que cancelar sus deudas sea posible”.

Aunque reconoce que a lo largo de todo el procedimiento tuvo el apoyo de un profesional de la empresa Repara tu deuda, también afirma que “nadie te regala nada”. “El proceso inicial fueron unos 600 euros que puedes pagar poco a poco, ya que te dan facilidades; el mediador concursal también cobra unos honorarios, en torno a 500 euros; pero, al final, compensa”, señala.

Para María Teresa, todo este proceso forma parte de su pasado, pues asegura que ha podido “empezar una nueva vida”. “Te vuelves a sentir una persona normal y corriente porque te hacen sentir una aislada social”, concluye.