INTERCAMBIOS ECONÓMICOS

Australia y Nueva Zelanda, los dos nuevos objetivos comerciales de la UE

Los 28 aprueban el mandato para que la Comisión Europea comience a negociar dos nuevos acuerdos

Cecilia Malmström, comisaria de Comercio, el miércoles.

Cecilia Malmström, comisaria de Comercio, el miércoles.

Silvia Martinez

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El enfrentamiento entre la Unión Europea y Estados Unidos por los aranceles al acero y al aluminio no ha minado un ápice los planes comerciales de la UE que acaba de autorizar a la Comisión Europea a entablar nuevas negociaciones comerciales con Australia y Nueva Zelanda con el objetivo de eliminar barreras y mejorar unos intercambios que mueven actualmente más de 56.000 millones de euros. “Es una señal inequívoca a ambos países de que valoramos nuestra asociación con ellos y queremos reforzar los vínculos existentes”, ha declarado el ministro de economía búlgaro y presidente de turno de la UE, Emil Karanikolov.

La decisión se produce a una semana de una nueva prueba de fuego en las relaciones comerciales de la UE. El próximo 1 de junio expira la prórroga concedida por Donald Trump a los 28 y si nada lo remedia Estados Unidos empezará a aplicar aranceles del 25% y del 10% al acero y aluminio procedentes de la UE. Europa no está dispuesta a negociar bajo “una espada de Damocles” pero sí acepta empezar a hablar de la importación de gas licuado o la rebaja de los aranceles a los coches estadounidenses que desea Washington si Trump accede por su parte a retirar la amenaza de aranceles y discutir sobre la apertura de los mercados públicos estadounidenses.

“Necesitamos un entendimiento entre la UE y Estados Unidos. Tenemos que evitar una guerra comercial”, ha insistido este martes el ministro de economía alemán Peter Altmaier. Pero mientras al otro lado del Atlántico deshojan la margarita, en Bruselas siguen trabajando para ampliar horizontes y aliados comerciales. El objetivo de los dos nuevos acuerdos será seguir reduciendo obstáculos al comercio, eliminar aranceles sobre mercancías y mejorar el acceso a los servicios y a la contratación pública en Australia y Nueva Zelanda.

Según la UE, los ámbitos que más tienen que ganar son los de equipamientos para vehículos de motor, maquinaria, productos químicos, alimentos procesados y servicios. El mandato no incluye la plena liberalización del comercio de productos agrícolas que seguirán protegidos gracias a un tratamiento específico.

Volumen comercial de 56.000 millones

Según datos de la Comisión Europea, que propuso lanzar negociaciones en septiembre del año pasado, la UE es el tercer socio comercial de Australia con un volumen anual de más de 47.700 millones de euros en 2017 y un saldo comercial positivo favorable a los 28 de 21.000 millones. La UE exporta principalmente a este país productos manufacturados e importa materias primas minerales y productos agrícolas mientras que las inversiones europeas ascienden a 160.000 millones.

En el caso de Nueva Zelanda, la UE es su segundo socio comercial más importante por detrás de Australia y un volumen comercial entre ambos de 8.700 millones. El país de las antípodas españolas exporta al club productos agrícolas y los europeos envían productos manufacturados e industriales. El saldo comercial es positivo para la UE, 1.900 millones, y las inversiones europeas directas en el país son de más de 10.000 millones.   

“Son buenas noticias y esperamos sumar a Australia y Nueva Zelanda al círculo creciente de estrechos aliados comerciales”, ha valorado la comisaria de comercio, Cecilia Malmström, que visitará Canberra y Wellington en las próximas semanas para lanzar oficialmente las negociaciones. “Empezar estas conversaciones entre socios afines envía una señal fuerte en un momento en que muchos están tomando el camino fácil del proteccionismo”, ha añadido en alusión a Washington pero sin mencionar al enfrentamiento abierto con la administración Trump.