Historias mínimas

Minicasas a miniprecios

El propietario de la empresa Minicasas Barcelona, Agusti Gongora, con una de sus minicasas ya construida.

El propietario de la empresa Minicasas Barcelona, Agusti Gongora, con una de sus minicasas ya construida. / periodico

ALBERT SEGURA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En una época en la que asumir el coste de una hipoteca es un reto vital, cuesta encontrar iniciativas que pongan al alcance de la mayoría de bolsillos un techo propio. La empresa vallesana Minicasas Barcelona ha apostado por hacer realidad el sueño de muchos, y facilitar la posibilidad de tener no solo un techo, sino una casa entera.

Se trata de un proyecto que se basa en el triple 45: son casitas de 45 metros cuadrados habitables, que cuesta 45.000 euros, impuestos incluidos, y que tiene como plazo de entrega un tope de 45 días naturales. No se trata de especulaciones, dado que la empresa, que empezó a operar a finales del año pasado ya ha entregado un total de tres viviendas, donde el único compromiso es, al margen de disponer de dinero para afrontar el pago, contar con un terreno donde levantar el futuro hogar.

La aventura empezó en noviembre del pasado año 2017, cuando Agustín Góngora, un constructor de Terrassa, planteó junto a su mujer, la arquitecta Mònica Fernández, la posibilidad de crear una vivienda básica, con los elementos necesarios donde pasar el día a día. Ambos desarrollan desde hace 10 años un grupo de empresas que trabajan de manera transversal, bajo el paraguas de la firma Árbol, y que ha creado subproductos a partir de los intereses que les plantean los clientes.

"La creación de la división de Minicasas Barcelona nació de manera natural, con la intención de crear un producto único, con criterios muy sencillos y prácticos, a la vez que rompedores, basados en los criterios de los tres 45, y por ello, nunca mejor dicho, decidimos poner la primera piedra", explica Góngora. El resultado es un espacio con dos pisos, el primero donde se hace vida de día, con un amplio salón diáfano junto a una cocina, y un baño, mientras que en un nivel superior, al cual se accede a través de una escalera extensible, se encuentra la zona de noche, con espacio para una o dos habitaciones donde dormir o crear un estudio.

"Nos hemos basado para crear el interior en el estudio de espacios y complementos similares a los de las autocaravanas, con un servicio centrado en lo óptimo y lo necesario", apunta el propietario de la empresa. Por fuera, los estilos pueden ser variados, desde una estética de montaña hasta una imagen más cercana a lo japonés o a lo americano, con la posibilidad de añadir hasta un porche, todo ello fruto de la posibilidad de personalizar y controlar totalmente el proceso de diseño y construcción de la casa. "El cliente puede hasta ver el día a día de la construcción, dado que publicamos cada día una foto del estado de la edificación en Instagram", añade.

Dado que el producto que ofrecen es transversal, asumiendo todas las fases desde el diseño hasta la entrega, la firma solo platea construir cinco casas por año, con el fin de reservar la agenda exclusivamente al producto en el que se trabaja. Hasta la fecha, han entregado una primera casa en Vacarisses (Vallès Occidental) y ya trabajan en un encargo doble de dos casas en un mismo solar en Manresa (Bages), donde un grupo inversor las quiere levantar para alquilarlas a través de plataformas digitales. Con una plantilla de una decena de personas, especializadas en los diferentes procesos de diseño y construcción de las viviendas, Minicasas Barcelona prevé cerrar el 2018 con una facturación de unos 200.000 euros.