El mercado inmobiliario modera su crecimiento en el 2018

La actividad inmobiliaria en España se mantiene al alza, pero ha moderado su crecimiento en el 2018. Las ventas aumentan, pero a tasas algo más contenidas, según refleja el último informe del mercado realizado por el BBVA Research. Los visados de obras muestran una desaceleración del crecimiento en los últimos meses (aunque el dato de febrero ha roto esta tendencia), aunque el volumen de firmas sigue siendo superior al del año precedente. Ese ritmo previsiblemente, se mantendrá, “dado que el exceso de inventario de vivienda ha dejado de ser un problema en muchas de las zonas más dinámicas del mercado”, destaca el servicio de estudios del banco. No ha cambiado el entorno: con una oferta de vivienda nueva limitada y una demanda elevada, el precio de la vivienda se mantiene al alza.

En el último trimestre del 2017 se produjo una ligera moderación de las ventas de vivienda con respecto al anterior. En parte consecuencia de la situación política derivada de proceso independentista de Catalunya, subraya el banco. Pero la tendencia de crecimiento se mantuvo. Según el Centro de Información Estadística del Notariado (CIEN), entre octubre y diciembre en España se vendieron, en promedio mensual, unas 43.700 viviendas una vez corregida la estacionalidad y los efectos de calendario. Ello supuso una corrección del 3,6% en promedio mensual. Con todo, el 2017 cerró con la venta de más de 532.000 viviendas, lo que supuso un incremento anual del 16%, unos dos puntos porcentuales más que el incremento registrado en el 2016.

La venta de viviendas experimentará una desaceleración en 2018, ya que crecerá un 7%, hasta 570.000 unidades, destaca el estudio. De este modo, las operaciones se alejan del mínimo registrado en el 2013, cuando se realizaron poco más de 300.000 transacciones. El economista de BBVA Research Félix Lores ha señalado que esta desaceleración es "natural" y que el sector atraviesa un momento "sano", ayudado por la creación de empleo, las condiciones financieras atractivas, la confianza de los hogares, el buen tono de la demanda extranjera y el impacto limitado de la incertidumbre en Catalunya. Aunque ha citado como principales riesgos una subida inesperada de los tipos de interés o un eventual cambio en la política económica. A largo plazo, la demanda potencial de vivienda crecerá entre 1 y 1,4 millones durante los próximos 10  años, lo que supone un crecimiento medio anual de entre 95.000 y 135.000 nuevos hogares.

Creación de empleo

Destaca el informe que el factor principal que ha acompañado la evolución del mercado en el 2017 ha sido la capacidad de la economía española de seguir creando empleo a tasas relativamente elevadas. El 2017 se despidió con unos 611.000 afiliados más a la Seguridad Social que en el 2016, lo que supuso un incremento anual del 3,4%. Además, las condiciones financieras se mantuvieron atractivas para los compradores que ha tenido acceso al crédito,  y a lo largo del año tanto el tipo de interés hipotecario como el euríbor a 12 meses mostraron una clara tendencia de reducción, para abaratar el coste hipotecario.

Se suma el optimismo de los consumidores, lo que ha permitido “situar la confianza de los hogares en cotas relativamente elevadas, algo de especial relevancia para un mercado, como el de la vivienda, en el que la mayor parte de las decisiones se basan en el largo plazo”, destaca el informe.

Crece la segunda residencia

El estudio destaca un relevante crecimiento de las compras de segundas residencias. Durante el 2017 este segmento de demanda creció el 19,9% respecto a 2016, el mejor registro desde el inicio de la recuperación del sector inmobiliario. El segundo segmento de demanda más dinámico fue el de compradores de primeras residencias, cuyas operaciones en el conjunto del año se incrementaron el 16,5% respecto a 2016. Se trata de una evolución algo inferior al promedio anual de los tres años anteriores (19,9%). Desde el 2013 este grupo de demanda ha doblado el número de compraventas. Por su parte, las compras de extranjeros crecieron el 13,8% en el 2017, una tasa superior a la del año anterior (13,0%), pero inferior a la del periodo 2014-2016 (16,7%). Esta moderación se produce en un contexto muy diferente al de los dos grupos anteriores: las compras de extranjeros acumulan ya ocho años ininterrumpidos de crecimiento. De hecho, es el segmento que más ha crecido desde que tocara el mínimo en el 2009. Las operaciones se han multiplicado 3,3 veces desde entonces.