Datos de Eurostat

Sin calefacción, sin comer carne o sin móvil: así vive el 6,7% de la UE

En España el porcentaje de población con privación material severa es del 5,1%, con especial intensidad en los más jóvenes

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Gabriel Ubieto

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El 6,7% de la población de la Unión Europea no puede pagar sus facturas a tiempo, no puede encender la calefacción en su casa, no puede comer carne o pescado de manera regular o no se puede permitir tener una lavadora. Esto son algunos de los indicadores a través de los cuales la oficina estadística de la UE, Eurostat, mide el nivel de privación material de la población europea.

En España este porcentaje en el 2017 fue del 5,1%, 1,6 puntos por debajo de la media europea, y en general mejor que los países vecinos. Si en Francia la comparativa es negativa, con el 4,1% de población privada materialmente, Portugal registró números cercanos a la media europea, con el 6,9%, e Italia sustancialmente por encima, con el 9,2%.

Los países con mayor porcentaje de población en situación de privación material se concentraron en el este de Europa y, algunos, forman parte del grupo de incorporados en la última adhesión de nuevos miembros al club europeo. Bulgaria es el país con un porcentaje más alto, con prácticamente uno de cada tres (30%) de sus ciudadanos sin poder acceder a facilidades materiales básicas. Le siguió Grecia, con el 21,1%, y Rumanía, con el 19,4%.

En la otra cara de la moneda, la privación material fue una realidad estadísticamente irrelevante en países como Suecia, que en los últimos datos disponibles del 2016 registraba el 0,8%. En el 2017, entre los datos disponibles, el país con un menor índice de población en tal situación de pobreza fue Noruega, con el 2%.

Una tendencia en clara reversión

Los efectos de la crisis financiera tuvieron en Europa una traducción inmediata en cuanto a recursos materiales para determinadas capas de la población. Así lo revela la evolución de los datos sobre privación material severa, que muestran que si bien el porcentaje de personas que cumplían los requisitos para ser incluidos en dicha categoría era del 8,4% en el 2010 y registraba su máximo histórico en el 2012 con el 9,9% de la población, actualmente se halla en descenso.  Desde el pico del 2012, la media europea acumula cinco ejercicios consecutivos de descenso hasta el 6,7% del 2017.

En España esta realidad ha seguida una pauta similar. En el 2007, un año antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, la población con privación material severa era del 3,5%, a niveles de Finlandia o Austria. Dos años después, este porcentaje escalaba un punto hasta el 4,5% y seguía ascendiendo hasta su máximo histórico registrado en el 2014, con el 7,1%. Desde entonces dicho porcentaje se ha ido conteniendo hasta el 5,1% actual.

Los jóvenes, los más vulnerables

El acceso a los recursos y facilidades materiales básicas no es el mismo para todas las capas de edad. A grandes rasgos la realidad española no presenta grandes especificidades respecto a sus vecinos europeos y encontramos una tendencia que asocia mayores facilidades materiales a mayor edad.

Así lo muestran los datos de Eurostat. El 7% de los jóvenes entre 16 y 24 años viven en situación de privación material severa. Por el contrario, el 2,2% de los mayores de 75 años se encuentra en esa misma situación.

Una brecha generacional que no se manifiesta tan aguda a nivel europeo, pues el 5,3% de los mayores de 75 años sufren privación material severa, frente al 7,9% de los jóvenes de entre 16 y 24 años. Si bien en España la brecha es de casi cinco puntos, en la media europea es de 2 y medio, más del doble.

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