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Las vespas más verdes

Yugo aspira este año a aumentar en Barcelona de 210 a 500 motos eléctricas para compartir

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Carme Escales

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Cada una tiene su nombre propio. Hay 210 en la ciudad de Barcelona y, una vez localizada la más próxima, sobre el mapa en una 'app', se tienen 15 minutos para llegar a ella. Una vez allí, se activa el motor y se abre el cofre, donde hay gorros higiénicos y dos cascos. A partir de entonces, 0,22 euros al minuto –hay bonos que rebajan esa cifra– permiten desplazarse libremente hasta el destino, de momento, dentro del casco urbano, en una de las motos eléctricas de Yugo. Son verde pastel, llamativo color para un desplazamiento silencioso y ecológico, la apuesta empresarial de seis jóvenes franceses, tres parejas de hermanos de las que dos, son de gemelos.

Tim Ougeot es uno de ellos. Tiene 32 años y es de la localidad francesa de Le Creusot. Pero fue en Múnich, la ciudad a la que se fue de Erasmus y donde acabó trabajando en el departamento de márketing y comunicación de la central de BMW, donde coincidió con dos excompañeros de la escuela de Comercio de Grenoble en la que habían estudiado.

Yann Sander trabajaba en Allianz SE y Benjamin Viguier lo hacía en la firma Audi. Al salir del trabajo, los tres quedaban para compartir ideas de negocio. Querían poner algo en marcha juntos. Todos estaban muy implicados en el mundo de la movilidad y empezaron pensando en crear una plataforma de venta 'on line' de coches de ocasión. Pero vieron llegar una nueva tendencia, que el futuro parece enfocarse más sobre la economía que emana del compartir que del tradicional negocio de la compra individual. 

Pagar por usar

Era junio del 2015 cuando aquellos tres jóvenes franceses residentes en Múnich, que adoraban la flexibilidad del pagar por usar, se apuntaron al 'test-ride' con el que la 'start-up' alemana UNU invitaba a probar su 'scooter' eléctrico. Y fue un amor a primera vista.

En un mes ya estaban preparando su aterrizaje en Barcelona y con ellos su empresa de 'motosharing'. «Elegimos Barcelona por la meteorología, lo primero, y por su cultura de moverse en moto –después de Roma, Barcelona es la ciudad con más motos en Europa–. Eso sumado al componente medioambiental que era importante para nosotros y vimos que para el Ayuntamiento de Barcelona con experiencias como la ‘superilla’ también lo era», detalla Tim Ougeot, cofundador de Yugo (www.getyugo.com) y responsable de márketing de la empresa. El consejero delegado es Benjamín Viguier, y Yann Sander lleva el 'software' de la compañía, gestionando flota de motos y usuarios. 

Las tres primeras motos de Yugo fueron las suyas. Y con una inversión inicial de 10.000 euros, en febrero del 2016 lanzaban la plataforma 'on line'. El pasado año cerraron ya una facturación de 383.000 euros. «El objetivo de este año es disponer ya de 500 motos y empezar a expandirnos geográficamente. De momento estamos en Barcelona, y en Burdeos, donde tenemos 50 motos», explica Ougeot. «Es un modelo empresarial replicable mediante franquicias», añade. Los tres hermanos de los fundadores se unieron a la compañía, que hoy ya ocupa a 22 personas. 

Fraternal reto de movilidad urbana

Un chat activo las 24 horas facilita la interacción con los usuarios de Yugo a los que también se invita a evaluar su experiencia a través de la app. Cinco ‘power rangers’ se encargan de ir cambiando las baterías por toda la ciudad.