Rentabilizar edificos ociosos

Central Trasteros es una marca. Forma parte de una empresa familiar cuya actividad principal se centra en el sector inmobiliaria. Cuenta con una promotora, una sociedad patrimonialista (dedicada al alquiler) y aglutina la actividad de 'selfstorage' en torno a esa marca, que en realidad pertenece a  Desarrollo y Gestión industrial, que es la empresa hólding del grupo que pertenece a la familia Fabregat. Nació como consecuencia de la crisis inmobiliaria y como una vía para diversificar la actividad.: "Teníamos activos inmobiliarios que estaban ociosos. No éramos capaces de arrendarlos y comenzamos a buscar con qué actividades les podríamos dar uso. Estudiamos diversas actividades y encontramos la de alquiler de trasteros", Miguel Daquinta, responsable de la compañía, explica de esta forma el proceso seguido hasta llegar al 'selfstorge'.

"Teniamos inmuebles ociosos y vimos que el alquiler de trateros era una buena alternativa", afirma Daquinta

El análisis de las posibilidades se llevó acaba entre el 2010 y el 2011 y finalmente en el 2013 abrieron el primer centro de tres. "Vimos que había falta de espacio en la vivienda, que la movilidad --formación de hogares-- se había incrementado y que en aquellas zonas donde los edificios son más antiguos, no había trasteros", plantea Daquinta. "No es un negocio para tirar cohetes. Da un rendimiento razonable y permite una continuidad a determinados inmuebles", concreta.

El primer local se instaló en un edificio de propiedad en la calle Sardenya. Tiene 550 metros cuadrados y 145 trasteros. Más bien se trata de un alamcén pequeño para las dimensiones que maneja el sector. Al fin y al cabo, este es un negocio de volúmenes grandes y márgenes pequeños. Además, si el edifico es de compra o alquiler tiene una incidencia clara en el negocio. 

Tras el de Sardenya, con una ocupación del 80%, se incorporaron dos nuevos trasteros: uno en la calle Farigola (Lesseps) y otro en Doctor Rizal (Via Augusta con Diagonal).  Tienen 650 metros cuadrados y 1.000 metros, respectivamente. El nivel de ocupación es inferior, aunque están en fase de desarrollo. "No tenemos la certeza de cuál es la mezcla adecuada para cada zona. Así que lo hacemos por fases para incrementar la ocupación efectiva de la superficie". Con ese planteamiento ha llegado a conseguir un ebitda positivo en el centro de Cerdenya y justo pasar el umbral de la rentabilidad en los otros dos.