La izquierda insta a movilizarse en apoyo de los pensionistas

El conflicto de las pensiones se ha convertido en la mayor amenaza para el Gobierno de Mariano Rajoy, mucho más que la tensión soberanista catalana, por ejemplo, a juzgar por las últimas encuestas. Enquistado el nombramiento de un nuevo presidente de la Generalitat en Catalunya y en plena aplicación del artículo 155 de la Constitución, la izquierda liderada por Podemos ha encontrado en el conflicto de los pensionistas una manera de revitalizar a la opinión pública en contra de la acción del Gobierno del Partido Popular. Los argumentos son en gran medida inapelables, pese al intento del Ejecutivo de Mariano Rajoy de lanzar mensajes apaciguadores sobre el posible alza de las pensiones más bajas este mismo año. Agrupaciones ciudadanas como Marea Pensionista encabezan un movimiento que aspira a movilizar también a los jóvenes, en una revuelta intergeneracional que puede elevar los efectos del Movimiento 15-M.

Argumentos

El argumento de falta de recursos del Gobierno para una subida de las pensiones choca con las propias decisiones del Ejecutivo en otros aspectos de la política económica, como las ayudas a la banca, la indemnización Castor, el rescate de las autopistas madrileñas, etcétera. "El Gobierno de Rajoy ha estado tomando medidas a fin de privatizar las pensiones, beneficiando así a los intereses financieros (la banca y las compañías de seguros privados) a los que sirven, a costa de reducir la cantidad de dinero que los ancianos reciben a través de sus pensiones", explica Podemos a sus seguidores para animar a las protestas del sábado. 

Pérdida de poder adquisitivo

Si no se introducen cambios, todos los estudios apuntan a que las pensiones perderán el 30% de su poder adquisitivo hasta el 2050 para los nuevos pensionistas. El argumento de que las pensiones actuales son elevadas, mantenido por el Gobierno y buena parte de la opinión pública en un periodo de fuertes ajustes, ha conseguido enervar todavía más al colectivo, que ha perdido poder adquisitivo en los últimos años. Es cierto que los estudios sobre consumo publicados recientemente han apuntado a los pensionistas como supervivientes de la pasada crisis, con un papel relevante en las economías familiares impactadas por el paro y la caída de los salarios. Pero al mismo tiempo, la izquierda recuerda que las pensiones públicas españolas están entre las más bajas de la Unión Europea. 

Cuestión de prioridades

Vicenç Navarro, coordinador del equipo técnico de Podem Catalunya, destaca esa carestía de los pensionistas que ha encendido la llama de las protestas: "España tiene los recursos para financiar unas pensiones más altas. El problema no es que no haya recursos en el país. El problema son las prioridades del Gobierno Rajoy (y sus aliados de Ciudadanos) que privatizan aquellas a base de gastarse más de 60.000 millones de euros en salvar a la banca, en lugar de aumentar el gasto en pensiones y en el bienestar de las clases populares".

Pensiones bajas

Se calcula que dos millones de pensionistas reciben entre 600 y 646 euros al mes (menos que el salario mínimo profesional) y 4,5 millones menos de 1.000 euros al mes. En torno a ocho de cada 10 pensionistas no contributivos son mujeres, y estas pensiones no contributivas oscilan entre 92 y 370 euros al mes. Frente a la tesis de que las pensiones en España son elevadas en relación al nivel de renta media, lo cierto es que España es uno de los países más ricos de Europa y sus pensiones son de las más bajas. España es uno de los países que se gastan menos en pensiones, 8% del PIB, frente al promedio europeo del 9,5%.