Huelga 8-M

Patronal, Iglesia y algunos opinadores, en contra de la huelga feminista

Además de líderes políticos del PP o Ciudadanos, hay otras personalidades públicas que se oponen a las movilizaciones del 8 de marzo

"eventazo", para apoyar la huelga feminista del próximo 8 de mayo

"eventazo", para apoyar la huelga feminista del próximo 8 de mayo / sb

Gabriel Ubieto

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La convocatoria de la huelga feminista del 8 de marzo ha contado con numerosos y transversales apoyos en la sociedad española. Partidos políticos, sindicatos o colectivos de la sociedad civil organizada se han sumado a las diferentes modalidades de paro convocadas para dicha jornada, aunque, no obstante, también ha despertado opiniones adversas.

Las planas mayores del Partido Popular y Ciudadanos han salido estos días a declarar su animadversión al mecanismo de la huelga para confrontar la desigualdad de género. Un mecanismo de protesta social que tampoco es del agrado de la patronal. En una nota interna a la que tuvo acceso Expansión, la CEOE trasladaba a sus afiliados que la huelga “no parece el mecanismo más idóneo para la consecución de acuerdos, con los que estamos plenamente comprometidos las organizaciones empresariales, máxime en materia de igualdad entre mujeres y hombres".

En una línea muy parecida se ha expresado la directora de Relaciones Laborales y Negociación Colectiva de la catalana Pimec, Elena de Campa, que ve en la sensibilización y no en la protesta la vía a través de la cual se pueden revertir las discriminaciones de género.

"La sensibilización es la vía para mejorar estos problemas. [...]No podemos olvidar que esto es un problema transversal de toda la sociedad y la empresa es una parte. Pensamos que no se tiene que avanzar de espaldas a la empresa parando la actividad, sino que se tiene que ejercitar más diálogo social", ha subrayado De Campa. Desde Pimec comparten los motivos de la huelga, pero no sus formas.

La Iglesia católica

Otro estamento que se ha mostrado contundentemente en contra de la huelga del 8 de marzo ha sido la Iglesia católica, a través de las voces de varias de sus figuras más destacadas. El verso suelto dentro de la jerarquía religiosa fue el cardenal Carlos Osoro, que ha manifestado que “hay que defender sus derechos. Lo haría también, lo hace también de hecho, la Santísima Virgen María".

Declaraciones, no obstante, diametralmente contrarias a las de otros de sus colegas españoles, como el obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla, que ve en la teología la manera de construir “un nuevo feminismo que, sin caer en la tentación de seguir modelos 'machistas', sepa reconocer y expresar el verdadero espíritu femenino”, según ha expresado en un comunicado. Un espíritu que insta a reflejarse en el de la Virgen María, es decir, “mujer, esposa, madre, sin advertir el influjo saludable que su figura femenina y materna debe tener en el corazón de la mujer”.

Más contundente se ha mostrado el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, que ha acusado a las feministas de "llevar el demonio dentro" o de perpetrar un "genocidio femenino", dadas sus reivindicaciones sobre el aborto libre.

Algunos medios de comunicación

En los medios de comunicación, una de las figuras clave dentro de la visibilización de las discriminaciones de género, también se ha generado un debate en torno al paro del 8-M. Por un lado, la plataforma Las Periodistas Paramos ya ha superado las 7.000 adheridas que no trabajaran para difundir así sus reivindicaciones de igualdad.

Por el otro, algunos profesionales de la información han expresado opiniones contrarias. Es el caso del director de EL INDEPENDIENTE, Casimiro García-Abadillo, que en un artículo de opinión arguye el derecho a la información y la responsabilidad frente a los ciudadanos como motivos por no secundar la protesta y defender sus causas a través de las líneas del digital.     

Si García-Abadillo dice compartir las causas de la protesta pero estar en contra de esta, el periodista de LIBERTAD DIGITAL Carmelo Jordá va mucho más allá y considera la desigualdad entre hombres y mujeres como una “grosera mentira”. Jordá apela a las diferencias de las condiciones de la mujer ahora y hace unas décadas para considerar que no existe opresión de género en España y que el único objetivo de la huelga es “imponer un sistema político liberticida”.

En un punto intermedio se sitúan las 28 mujeres que han firmado el manifiesto “No nacemos víctimas”, publicado en el diario EL PAÍS, entre las que se encuentran una eurodiputada exUPyD, empresarias e historiadoras, entre otras.

En el manifiesto afirman rebelarse contra el feminismo como “esa política de identidad que nos aprisiona en un bloque monolítico de pensamiento que niega la individualidad” y reivindican la situación de las mujeres en España, “según todas las estadísticas de organismos internacionales”, como “de las mejores del mundo”. “Sin que ello signifique que no pueda mejorar”, añaden.

Por ello defienden que el 8 de marzo no debiera ser una jornada de protesta, sino de celebración de los derechos y libertades de los que actualmente goza la mujer, conseguidos fruto de las luchas históricas del movimiento feminista.