comisión de investigación

El expresidente de CCM defiende cobrar 130.000 euros por ser el "mayor comercial" de la caja

Hernández Moltó acusa al PP de derribar la entidad y al Banco de España de hinchar sus problemas

Juan Pedro Hernández Moltó (derecha) e Ildefonso Ortega (izquierda), ayer, en el primer día del juicio.

Juan Pedro Hernández Moltó (derecha) e Ildefonso Ortega (izquierda), ayer, en el primer día del juicio.

P. Allendesalazar

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Juan Pedro Hernández Moltó, presidente de la Caja de Castilla-La Mancha entre 1999 y 2009, ha defendido este miércoles el sueldo de 130.000 euros al año que comenzó a cobrar a partir del 2007 gracias a un cambio legal aprobado por el Gobierno regional presidido por el socialista José María Barreda pese a que su cargo no tenía atribuciones ejecutivas. "Cuando dije en sede judicial que yo era un animador sociocultural fue una frase poco afortunada. Siempre asumí que mi papel era ser el mayor comercial de la caja", ha añadido.

Moltó, que también fue consejero de la comunidad autónoma y diputado del PSOE en el Congreso, ha defendido también que no falseó las cuentas de la entidad del 2008, pese a que en el 2016 fue condenado por ello. "Le garantizo que el consejo de administración y los directivos actuaron absolutamente con la convicción de que lo que estaban haciendo era legal y estaba dentro de la ortodoxia contable", ha clamado en la comisión de investigación de la crisis en el Congreso.

El banquero, así, ha defendido que el Banco de España avaló seis meses antes de intervenir la entidad en el 2009 la gestión de la entidad. "Luego dijo que había encontrado unas cosas que no había visto. Lo entiendo, pero no lo comparto", ha afirmado tras asegurar que los inspectores tomaron "decisiones cuestionables para justificar la intervención". Es decir, que ha insinuado que el organismo público hinchó los problemas reales de la entidad para justificar su actuación. 

Campaña del PP

El expolítico socialista ha asegurado que CCM, la primera caja que cayó y que precisó un rescate de 7.382 millones según el Tribunal de Cuentas, se vio sometida a una campaña de desprestigio por parte del PP que provocó su debacle. También ha afirmado que el Gobierno y el Banco de España se "precipitaron" al intervenir la entidad, ya que la decisión provocó más "inconvenientes que ventajas". La caja, ha sostenido, tenía un problema de liquidez por las dudas generadas por el PP, pero no de solvencia. Prueba de ello, ha afirmado, es que de la línea de liquidez de 9.000 millones de euros que se le concedió tras la intervención solo utilizó 1.500 millones que devolvió en pocos meses. 

Moltó ha revelado, así mismo, que exploró una fusión con Ibercaja, pero ha asegurado que la operación se frustró después de que la auditora PricewaterhouseCoopers, que participó en las conversaciones, publicase que CCM tenía un agujero de 3.000 millones de euros, algo que ha alegado que luego no corroboró el Banco de España tras la intervención. Aquello "desmoronó la situación" e hizo imposible una unión con Unicaja, que también intentó.

El expresidente también ha negado haber recibido ninguna presión política durante su gestión y ha acusado a los bancos de buscar la caída de las cajas de ahorro para quedarse con su negocio. "Vivo con dolor la desaparición de las cajas. Lo vivo como un fracaso personal y colectivo. Pero aquí no han perdido todos. Unos llevaban buscándolos 30 años", ha lanzado.