MOBILE WORLD CONGRESS

El sector tecnológico reivindica Barcelona como sede del Mobile World Congress

Josep M. Berengueras

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El Mobile World Congress (MWC), la mayor feria de tecnología móvil del mundo, ha comenzado este lunes su edición más extraña en Barcelona, marcado en principio por las posibles consecuencias derivadas del clima político en Catalunya. En este ambiente, el MWC ha recibido este lunes dos buenas noticias: por un lado, que en la feria de lo que se habla es de tecnología, no de lo que pasa fuera. Y segundo, que grandes empresas del sector de las telecomunicaciones como Vodafone y Telefónica -miembros destacados de la GSMA, entidad que organiza el congreso-han defendido a ultranza que el congreso debe seguir en Barcelona.

El Mobile World Congress ha vivido un lunes como el de otros años: lleno absoluto en el recinto ferial de Gran Via. Fuentes de la GMSA aseguraron que no han habido incidencias destacables, y que los números de la jornada han sido similares a los del año pasado en lo referente a visitantes. “Aquí de lo que se habla es de tecnología, de novedades, de innovación. Es lo que importa... el otro debate (la sede del congreso, la polémica de la cena institucional) solo importa a nivel local”, explicaba el responsable en España de una importante firma internacional.

A nivel local, por lo que supone el congreso (más de 471 millones de euros de impacto económico en Catalunya), el futuro de la feria volvió a ser el tema estrella ente la prensa local y las autoridades. Hubo inauguración oficial en la que participaron, entre otros, el Rey, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, las alcaldesas de Barcelona (Ada Colau) y L’Hospitatet (Núria Marín), el ministro de Energía, Álvaro Nadal, y los secretarios generales de Economia y Presidència por parte de la Generalitat, Pau Villoria y Joaquim Nin. El clima fue de normalidad, pero en discursos posteriores hubo, cómo no, referencias al futuro. Nadal, por ejemplo, afirmó que se precisa “normalidad institucional” para asegurarse la continuidad de la cita en la ciudad. “Riesgo (de que se vaya) hay, ahora y desde antes", agregó.

Colau, mientras, afirmaba que la GSMA tiene contrato para celebrar el MWC en Barcelona hasta el 2023, y se mostró convencida que se cumplirá. Prácticamente al mismo tiempo, algunos responsables de estands confirmaban a este diario que, de hecho, estos días han firmado los contratos para ser expositores en la feria en Barcelona el próximo año.

Tranquilidad

Mientras tanto, el buen devenir de la jornada alejaba posibles fantasmas. Pero, además, la ciudad recibió el espaldarazo de dos importantes pesos de la industria. Primero, fue el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, que afirmó en la sesión inaugural que Barcelona es, “sin ninguna duda”, "el mejor lugar para celebrar el MWC”. Pallete destacó que Barcelona atesora arte, cultura, innovación y gastronomía, y cuenta con las "mejoras infraestructuras, buen clima y talento". "Se ha convertido en una ciudad moderna e innovadora y en una referencia de la tecnología y las telecomunicaciones, incluyendo los pilotos de 5G", dijo  Pallete. "Esta ciudad tiene todos los ingredientes para continuar siendo la capital del MWC", completó.

Poco después, fue otra empresa de telecomunicaciones, Vodafone, la que dio apoyo a la ciudad. Y no fue en boca de un directivo local, sino del consejero delegado del grupo, Vittorio Colao: “Barcelona es el lugar idóneo para este congreso”. "Ayer comenté (en la cena institucional) que Vodafone da su absoluto apoyo para que el MWC se mantenga en Barcelona”, reveló Colao, quien agregó que “el MWC se identifica con Barcelona, y es prácticamente imposible separarla de la ciudad porque esta ha hecho un trabajo fantástico”. “Este es el lugar. No deben pensar en trasladarlo”, ha dicho. “Lo que ha ocurrido en tres o cuatro días" no tiene porqué afectar a la decisión sobre trasladar o no el MWC, concluyó.

Pero de lo que verdad se habló en la feria no fue de su futuro en la ciudad, sino de tecnología, de innovación y de regulación. Hubo nuevos teléfonos (como los de Sony), anuncios sobre el 5G, muchas empresas hablando de aplicaciones de internet de las cosas y, además, un debate sobre el la neutralidad en la red.

En la conferencia estrella del día, Andrus Ansip, vicepresidente de la Comisión Europea, y Ajit Pai, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), debatieron sobre cómo debe ser internet. El primero defendió que la neutralidad (que no se puedan discriminar datos, pues en la red todos los bits son iguales) debe existir y estar regulada, garantizando la libertad y el libre acceso, pero con una excepción: contenidos ilegales como los relacionados con el terrorismo. Al otro lado, Pai defendió la desregulación con el argumento de que en EEUU no hubo ley entre 1996 y 2015 y que no pasó nada, al contrario, el mercado creció, y que actualmente existe suficiente competencia. Dos visiones enfrentadas, pero con un objetivo común: con o sin regulación, esperan ser líderes en implantación del 5G.