Los hombres de negro toman Barcelona

Furgonetas y coches de lujo con los cristales de atrás tintados y hombres de negro al volante. Miles de personas viajando en metro o autobús con una acreditación al cuello. Centenares de acentos diferentes y traje ejecutivo como denominador común. Estos son algunos de los detalles que delatan el inicio y desembarco de los más de cien mil visitantes esperados en Barcelona para el Mobile World Congress.

Como las aves migratorias, que regresan una vez al año, ejecutivos, emprendedores y empresarios acuden entre del 26 de febrero y el 1 de marzo a la capital catalana para aprovechar las oportunidades que ofrece el mayor congreso de telefonía móvil del mundo. Y se desplazan de muy diversas maneras. “Desde el jueves 22 que estoy trabajando a jornada completa para dos ejecutivos de Arabia Saudí”, explica Miquel Ángel Morón, de la empresa Premium Car Transfers.

Miguel Ángel pasa la mayor parte de la media de doce horas que dura su servicio esperando en el Mercedes de gama alta en el que transporta a sus clientes. Principalmente lo que se paga del servicio es la disponibilidad. “Hacen poco turismo, el principal recorrido es del hotel a la feria y de la feria al hotel, para descansar. Cuando cierra el Mobile de restaurante a cenar y algunas noches de copas”, explica este chófer. Miguel Ángel concreta que un día de transporte se cobra a unos 700 euros, aunque prefiere no revelar cuál es el monto total que les cobra a los sauditas por sus servicios del 22 de febrero al 1 de marzo.

La empresa que el Mobile World Congress recomienda a sus huéspedes es la francesa Etoile Limousine, que ofrece dos tipos de servicios: conexión hotel-aeropuerto y chófer particular para todo el congreso. Conscientes de la alud de visitantes que llegan a El Prat y que la capacidad hotelera de Barcelona es incapaz de absorber, este servicio de transporte también se desplaza a ciudades limítrofes como Castelldefels, Cornellà, Sitges o Lloret de Mar, con un rango de precios que va desde los 160 a los 550 euros, sólo ida, dependiendo de gama del vehículo y distancia recorrida.

Los precios por una disponibilidad de 12 horas diarias durante el transcurso del congreso sí son públicos y oscilan entre los 4.000 y los 4.800 euros. Unos costes que algunas empresas prefieren asumir por su cuenta, lo que provoca que durante la semana del Mobile se dejen ver por Barcelona toda una torre de Babel de matrículas llegadas desde lugares de todo el mundo.

Los taxistas, en alerta

Quiénes son una estampa más habitual para el residente barcelonés es el negro y amarillo de los taxistas, que durante el Mobile aumentan sus ingresos, aunque a niveles más modestos que los de las empresas de chóferes privados. “En una jornada de 12 horas durante el día y descontando los gastos por gasolina y licencia nos podemos sacar unos 200 euros”, explica el taxista Jordi Ramírez.

La diferencia de ingresos es sustancial, aunque el gremio de taxistas no ve en los hombres de negro de las minivans un competidor. “Quién nos preocupa son los conductores de Cabify, ya que son los que se quedan cuando los visitantes del Mobile se van”, explica Jordi, que habla en nombre de su sindicato, Elite Taxi. Palabras que suscriben sus compañeros del Sindicato de Taxistas de Autónomos de Barcelona (STAB).

“Mientras se respete la relación establecida por ley de 30 taxis por cada licencia VTC no hay problema dada la alta demanda de estos días”, comentan desde este sindicato. La licencia VTC, es decir, Vehículos Turismo con Conductor, es la autorización de arrendamiento de vehículos con conductor para el transporte privado, motivo de disputa del gremio del taxi con las nuevas plataformas como Uber, que no opera en Barcelona, o Cabify, que sí lo hace, precisamente bajo licencia VTC.

Uno de los puntos que sí genera diferencia de opiniones y que afecta a la movilidad durante el Congreso es la liberalización de horarios decretada por el Institut Metropolità del Taxi (IMT), que permite que todos los taxistas puedan operar en los turnos desde las seis de la tarde a las seis de la mañana del día siguiente. Elite Taxi está en contra y alega que la alta densidad de vehículos no permite trabajar bien. Por el contrario, desde STAB defienden que la demanda lo exige y que sin la liberalización habría otras plataformas, apuntando a Cabify, que cubrirían esas horas. “Siempre hemos de pensar en el día después”, coinciden.