Veredicto en marzo

Guindos esgrime su gestión de la crisis como aval para llegar al BCE

El ministro de Economía español fía su estrategia a la diplomacia, frente al perfil técnico del otro gran candidato, el irlandés Philip Lane

De Guindos será el candidato de España a la vicepresidencia del BCE

De Guindos será el candidato de España a la vicepresidencia del BCE / re

Silvia Martinez / Bruselas

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El papel de la Eurocámara en la elección de altos cargos del Banco Central Europeo es solo consultivo. Su opinión no es vinculante y no puede vetar la decisión de los gobiernos pero su pronunciamiento es necesario. De ahí la importancia del examen al que ha sometido este miércoles su comisión de asuntos económicos al irlandés Philip Lane y al español Luis de Guindos, los dos candidatos a vicepresidente del BCE presentados por los Estados miembros.

El ministro español afronta el proceso confiado y con optimismo, pese al jarro de críticas que ha recibido de la izquierda, molesta con la falta de mujeres en la lista de candidatos y por el procedimiento en sí. “Creo que puedo aportar fundamentalmente seis años de experiencia, lógicamente en momentos muy difíciles, un saneamiento sin precedentes del sistema bancario y mi apoyo incondicional al mandato del Banco Central Europeo”, ha resumido sobre sus méritos minutos antes de una reunión a puerta cerrada y con muy pocos eurodiputados en la sala, apenas una decena, dado que es semana blanca y cae la actividad parlamentaria.

Dentro, y durante su intervención inicial, Guindos ha defendido su trayectoria tanto en el sector público como privado y, sobre todo, las medidas que bajo su mandato se han adoptado para capear los peores años de la crisis. En total, el examen se ha prolongado casi una hora. “Ha habido que tomar decisiones muy difíciles, muchas centradas en el sector bancario” pero “en el caso de España se han tomado muchas medidas que han ayudado a que los impulsos monetarios lleguen a las familias y empresas no financieras”, ha defendido que no cree que el hecho de ser ministro en activo vaya a penalizar en su elección ni tampoco el hecho de no ser mujer.

“Siempre he defendido la independencia del BCE y la defenderé si llego al puesto”, ha proclamado sobre la independencia de las decisiones que se toman en Frankfurt. “La cuestión de la igualdad de género es importantísima y siempre lo he defendido. Hay cinco puestos que en los próximos años vencen, todos hombres, y hay una oportunidad para avanzar en la igualdad de género”, se ha limitado a señalar.

La fecha oficial prevista por la comisión parlamentaria para posicionarse sobre el candidato es el 27 de febrero, una semana después de que el Eurogrupo designe al candidato lo que significa que la Eurocámara se encontraría con los hechos consumados. Para evitar este escenario el presidente de la comisión parlamentaria, Roberto Gualtieri, ha optado por celebrar esta audiencia a puerta cerrada. Primero con el irlandés Lane, gobernador del Banco Central de Irlanda y experto economista, y después con Guindos.

El favorito del Consejo

El español parte como claro favorito para hacerse con el puesto. España da por descontado que suma los apoyos suficientes -al menos 14 de los 19 gobiernos de la Eurozona- para ganar esta batalla política. Empezando por el aval de los grandes de la UE, como Alemania o Francia, hasta el de algunos países gobernados por los socialistas, como la vecina Portugal o Malta. Pero esto no significa que el Parlamento Europeo le vaya a poner las cosas fáciles y algunos de los eurodiputados presentes lo han dejado claro aún antes de escucharle.

“En el voto en el pleno del Parlamento Europeo cualquier propuesta que no sea una mujer vamos a votar en contra, tanto si es De Guindos como Lane, porque es lo que pidió economía y es lo que los Estados miembros no nos han dado”, ha criticado el eurodiputados de los Verdes, Ernest Urtasun, molesto con el procedimiento y con la terna de candidatos. “No estamos nada satisfechos del hecho de que hoy sea confidencial y no sea a puerta abierta y también del escaso papel que tenemos en general para la elección de los miembros del consejo de gobierno del BCE”, ha lamentado. Urtasun también ha criticado el hecho de que el Gobierno de Mariano Rajoy pida unir fuerzas en defensa del candidato español cuando no lo ha consensuado en el Congreso.

“Elegir a dedo a un ministro que además no quiere dimitir no puede ser considerado, no puede exigirse al resto de parlamentarios españoles que lo apoyemos”, ha avisado. La misma crítica que han hecho los socialistas. “No se puede presentar una candidatura pidiendo apoyo al principal partido de la oposición sin consultarlo, sin estudiar las posibilidades de buscar un perfil eminentemente profesional para este puesto”, ha afeado Jonás Fernández que ha avisado de que para su grupo es una “línea roja” el hecho de que haya una lista con solo dos candidatos varones. Los únicos plenamente satisfechos, el PP. “Creo que no hay ningún argumento para no apoyarlo y que cumple todos los requisitos y tiene las mejores condiciones para ser elegido”, ha zanjado Gabriel Mato.