alerta del regulador

El Banco de España y la CNMV advierten del "riesgo de fraude" en torno a las monedas virtuales

Los reguladores recuerdan que la inversión en bitcóin o cualquier criptomoneda no está garantizada y ha implicado pérdidas superiores al 65% en un mes

Recreación de un bitcóin.

Recreación de un bitcóin. / ST LB PML

Eduardo López Alonso

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El Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) consideran que "existe un alto riesgo de pérdida o fraude" en las últimas ofertas de inversión basadas en monedas virtuales. Los reguladores advierten de que ninguna emisión de criptomonedas "ha sido registrada, autorizada o verificada por ningún organismo supervisor", por lo que no se benefician de ninguna protección relativa a productos bancarios o de inversión. Aprovechando el auge de la cotización internacional de algunas monedas virtuales en el 2017 se han producido ofertas de inversión vinculadas a criptomonedas, que según los reguladores suponen una seria amenaza para los inversores. 

Ambos organismos reconocen que el fenómeno de las monedas virtuales excede su ámbito de actuación y se debe abordar a nivel internacional. Pese a ello reconocen que "es esencial que quien decida comprar este tipo de activos digitales o invertir en productos relacionados con ellos considere todos los riesgos asociados y valore si tiene la información suficiente para entender lo que se le está ofreciendo", han explicado ambas instituciones a través de un comunicado. Recuerdan que desde el pasado diciembre, por ejemplo, la cotización internacional del bitcóin ha llegado a desplomarse más del 65%, con caídas en un solo día del 20%. 

Los cinco problemas principales que rodean a las criptomonedas según la CNMV y el Banco de España son los siguientes:

1.- Espacio no regulado

Si una persona compra o mantiene en su poder criptomonedas no se beneficia de las garantías asociadas a los productos financieros regulados. El Banco de España advierte de que "en algunos países se han detectado estafas y esquemas piramidales relacionados con la colocación de nuevas monedas en las que los fondos recaudados se empleaban para fines distintos a los anunciados". Ha habido casos del uso de estas monedas virtuales para blanquear capitales. 

2.- Carácter transfronterizo de las criptomonedas

En muchas ocasiones los distintos actores implicados en la emisión, custodia y comercialización de criptomonedas (plataformas de intercambio, emisores de monedas, proveedores de carteras digitales, etc.) no se encuentran localizados en España, de modo que la resolución de cualquier conflicto podría quedar fuera del ámbito competencial de las autoridades españolas y estaría sujeto al marco normativo del país en cuestión.

3.- Elevado riesgo de pérdida del capital invertido

Las monedas virtuales carecen de valor intrínseco, convirtiéndose en inversiones altamente especulativas. Asimismo, su fuerte dependencia de tecnologías poco consolidadas no excluye la posibilidad de fallos operativos y amenazas cibernéticas que podrían suponer indisponibilidad temporal o, en casos extremos, pérdida total de las cantidades invertidas. En su mayoría, las nuevas monedas virutales (ICOs) están asociadas a proyectos empresariales en etapas muy tempranas de desarrollo, sin que exista un modelo de negocio consolidado o con flujos de caja inciertos. Estas iniciativas pueden tener una alta probabilidad de fracaso. En el caso de efectivo o valores depositados en entidades de crédito o empresas de servicios de inversión, con arreglo a ciertas condiciones, los correspondientes fondos de garantía aseguran importes de hasta 100.000 euros. En el caso de inversión en criptomonedas nada está asegurado. 

4.- Problemas de iliquidez y volatilidad extrema

La ausencia de mercados equiparables a los mercados organizados de valores sujetos a regulación puede dificultar la venta de criptomonedas. Sus propietarios pueden no disponer de opciones en el momento deseado para convertir en moneda convencional sus criptomonedas o recuperar la inversión. Puede haber falta de transparencia en relación con las comisiones aplicables y además su precio suele sufrir fuertes oscilaciones sin causa objetiva aparente.

5.- Información inadecuada

En el caso de las ICOs, la información que se pone a disposición de los inversores no suele estar auditada y, con frecuencia, resulta incompleta. Generalmente, enfatiza los beneficios potenciales, minimizando las referencias a los riesgos. Además, el lenguaje utilizado suele tener un carácter muy técnico y, en ocasiones, poco claro, por lo que no es fácil conocer la entidad y naturaleza de los riesgos que se asumirían con la inversión y ésta puede resultar inapropiada para las necesidades y perfiles de riesgo de los clientes.