Informe

Esade prevé una ligera desaceleración del crecimiento

La escuela de negocios estima un crecimiento de la economía española de entre un 2,8% y un 2,9%, unas cifras por encima de las oficiales

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La escuela de negocios Esade prevé una ligera desaceleración en el crecimiento de la economía española para este año, para el que augura un alza del PIB de entre un 2,8% y un 2,9%, por encima de la previsión oficial del Gobierno, gracias a que se ha diluido el impacto negativo de la situación política en Catalunya y la integración de la economía española en la zona euro, que presenta mejores perspectivas.

Así se desprende del 'Informe Económico y Financiero de Esade 2018', presentado por el profesor de Esade y coautor del estudio, Josep Comajuncosa, quién ha explicado que en las últimas semanas se ha elevado el pronóstico de alza del PIB de entre el 2,6% y el 2,7% para este año a entre el 2,8% y 2,9%, principalmente por la mejor evolución de la economía europea, y basado en el aumento de la ocupación, el buen comportamiento del sector exterior y la inversión empresarial y la mayor confianza de familias y empresas.

Comajuncosa ha señalado que también ha influido el hecho de que, tras observarse un empeoramiento de algunas variables macroeconómicas en Catalunya tras el uno de octubre, sobre todo en el consumo de bienes duraderos, turismo e inversión empresarial, el impacto se diluyó con "bastante rapidez", por lo que buena parte de esas variables están volviendo a su ritmo de evolución habitual.

En el caso de que se produjesen nuevos conflictos políticos "de intensidad", el profesor de Esade ha advertido de que podría haber un nuevo perjuicio en la economía.

Además, ha indicado que el crecimiento de este año será menor que el registrado en 2017 (+3,1%) debido a la estabilización de los vientos de cola que han favorecido a la economía española hasta ahora, (menor ajuste fiscal, condiciones financieras favorables, bajo precio del euro o el valor del euro), así como por la ralentización del consumo de las familias, puesto que a diferencia de otros países donde las familias tienen buenos niveles de ahorro, en el caso de España ese nivel es menor. "Este motor de crecimiento probablemente lo vamos a perder, pero en cualquier caso sigue siendo un escenario optimista para 2018", ha destacado.

Los principales retos

Otro de los posibles frenos económicos de este año podría ser la brecha de producción, referida a aquellos factores productivos desaprovechados durante la crisis que vuelven a contribuir en la recuperación, un "rebote" en la economía que al desaparecer hace que el crecimiento medio sea inferior al que había previo a la crisis.

En esta línea, Comajuncosa ha hecho hincapié en que uno de los retos pendientes de la economía española es el cambio de su modelo productivo, a corto plazo centrado en el sector turístico y la restauración, hacia otro de mayor valor añadido y más industrial, con pleno uso de las nuevas tecnologías.

El profesor de Esade también ha remarcado que si España cuenta con unos presupuestos específicos para 2018 es "mejor para el clima de confianza económica", y se ha referido a que un porcentaje "importante" de los puestos de trabajo creados no son de carácter indefinido, con unos salarios inferiores a los de antes de la crisis.

"Debemos acostumbrarnos a que el cambio de la economía global no va a dejar un mercado de trabajo en España, en el sur de Europa ni en los países avanzados parecido al que había antes de la crisis", ha apuntado. En su opinión, la necesidad de una mayor flexibilidad obligará a que el mercado de trabajo sea distinto, por lo que ha abogado por buscar soluciones para esta tendencia, que afecta en mayor medida a las mujeres, los inmigrantes y los jóvenes, que además tienen un "hándicap importante" para el futuro por las dificultades de acceso al mercado laboral, lo que afecta a su productividad media.

En todo caso, ha indicado que el riesgo más importante para la economía española viene a nivel europeo, ya que si la inflación repuntase con mayor velocidad de lo esperado, el BCE se podría ver "forzado" a empezar a subir los tipos de interés, por lo que reduciría las inyecciones de liquidez y frenaría el crecimiento en buena parte de la zona euro, incluida la economía española.

Sincronización global

El informe de Esade constata un fenómeno de sincronización entre la evolución de las distintas regiones de la economía global, lo que refleja la continuidad de la globalización y que las condiciones financieras se han homogeneizado, con unos fundamentos de crecimiento más similares. Así, augura un alza de la economía global del 3,7% para este año, una décima más que en 2017, con un avance del 2% en las economías avanzadas (dos décimas menos que el año pasado) y del 4,9% en el caso de las economías emergentes (cuatro décimas más).

Entre los riesgos a la baja cita los altos niveles de deuda pública y privada en las economías desarrolladas y en buena parte de las emergentes, y el posible impacto de una subida de tipos que podría frenar la actividad económica, junto a la alta valoración en muchos mercados financieros, que si bien representa una muestra de optimismo, podría suponer una vulnerabilidad en caso de subir los tipos ante la probabilidad de caídas en las bolsas.

Entre los mayores riesgos enumera también el 'Brexit', sobre el que ve una "buena noticia" que Reino Unido se comprometa a hacer frente a una factura de entre 40.000 y 60.000 millones, pero cree que a medida que avancen las negociaciones se evidenciarán las contradicciones de la iniciativa y las dificultades para mantener la 'frontera blanda' con Irlanda y los acuerdos con terceros países.

También se refiere al Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos con Canadá (Nafta), sobre el que Comajuncosa ha avisado de que un aumento del proteccionismo a través de una subida de los aranceles a México podría tener un efecto dominó en otros países a escala internacional.