Estado del bienestar

¿Cómo afecta al cálculo de la pensión la ampliación de la vida laboral?

Billetes de euros, recién salidos de la Fábrica de la Moneda y Timbre.

Billetes de euros, recién salidos de la Fábrica de la Moneda y Timbre. / periodico

Eduardo López Alonso

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La cuantía de la pensión que corresponde a cada trabajador en el momento de su jubilación efectiva es el resultado de un cálculo individual en función de la vida laboral. La legislación existente en el momento de pasar a ser pensionista tiene un efecto directo en esa cuantía. El anuncio por parte de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, de que el Gobierno propondrá en el marco del Pacto de Toledo una ampliación a toda la vida laboral los datos para el cálculo de esa cuantía de la pensión de manera voluntaria abre expectativas en algunos casos.

La legislación actual

El periodo para calcular las pensiones públicas que corresponden a cada trabajador pasó de los 15 años del 2012 a los 25 (de manera progresiva), según se acordó en la reforma aprobada en el verano del 2011. Desde el 2013 comenzó a aumentar gradualmente de 15 a 25 años el periodo de cómputo legal para calcular la pensión de jubilación, con lo que en el 2018 se hará con los últimos 21 años cotizados y en el 2022 se llegará a los 25 años, de acuerdo con lo establecido en la reforma de las pensiones acordada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y los agentes sociales en el 2011. La aplicación total de esa norma también será progresiva, al igual que la ampliación de la edad legal de jubilaciónampliación de la edad legal de jubilación, aunque tendrá una aplicación más acelerada porque en el 2022 ya estará plenamente vigente.

La ampliación del periodo de cómputo también entró en vigor el 1 de enero del 2013, y ha aumentado a razón de un año por cada año que pasa, de forma que en el 2018 pasa a ser de 21 años. Algunos cálculos apuntan a efectos de bajada o subida del 1% de las pensiones en el caso del Régimen General y algo mayor para los autónomos como consecuencia de su aplicación.

¿Cuál fue el objetivo de la ampliación?

El objetivo de la última ampliación de la vida laboral para el cálculo fue la reducción de la factura de las pensiones para poner en relación el coste del sistema con la aportación del trabajador durante toda su vida laboral, evitando dar más importancia a lo cotizado durante los últimos años. Hasta la llegada de la crisis, lo cobrado al final de la vida laboral solía ser una cantidad mayor ante el aumento del salario gracias a la experiencia o las mejoras salariales por antigüedad que establecen ciertos convenios. En la práctica, el aumento de la vida laboral para el cálculo afecta negativamente a la cuantía de lo que se cobra, es decir, que establece un sistema de cálculo que, debido a la evolución normal de la vida laboral, hará que se tengan en cuenta periodos de cotización más remotos en el tiempo y en los que las condiciones pueden haber sido peores, lo que derivaría en una menor cuantía de la pensión.

¿En qué casos puede ser beneficioso ampliar la vida laboral para el cálculo?

Las situaciones de crisis de los últimos años pueden suponer que tener en cuenta toda la vida laboral beneficie al cálculo de la pensión. Es el caso de personas que hayan perdido el empleo en los años previos a la jubilación o, debido a la crisis, hayan tenido que aceptar bajadas de salarios u otro tipo de situaciones que hayan disminuido su base o tipo de cotización. Al tener en cuenta años con mayores ingresos, podría suponer un beneficio. La ampliación de la base de cálculo afecta de forma desigual a los trabajadores pero sí favorece a los que por distintas circunstancias han visto menguar sus ingresos por encima de los 50 años, algo especialmente habitual en el sector financiero y empleados o directivos de grandes empresas que han afrontado despidos generalizados en los últimos cinco años y que no han vuelto a encontrar trabajo tras el despido o que pasaron a ser autónomos, por ejemplo.