Fiscalidad

La falta de prórroga del impuesto de patrimonio presiona a las autonomías

Catalunya es la más afectada, al recaudar casi la mitad del tributo, unos 500 millones el 2016

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. / periodico

S. S.

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La presión del Gobierno a las autonomías mediante medidas que recortan sus ingresos previstos para el 2018 como fórmula para obtener los apoyos necesarios para los Presupuestos del Estado del 2018 va en aumento. Al anuncio del recorte de casi 4.000 millones sobre las previsiones iniciales de ingresos a cuenta que provocó una fuerte polémica política la semana pasada, se le añade la decisión de no prorrogar, por ahora, el impuesto sobre el patrimonio. Este tributo vive a base de prórrogas desde el 2011, cuando el Gobierno del PP decidió recuperarlo tras haberlo eliminado a la práctica el Ejecutivo de Zapatero en el 2008, al aplicarle una bonificación del 100%. La última prórroga del tributo formó parte de una disposición en la ley de Presupuestos del 2017, que a causa de los problemas políticos para constituir Gobierno, no se aprobaron hasta junio del año pasado. 

Ahora, al tener que prorrogar los Presupuestos del 2017 por falta de apoyos para aprobar unas nuevas cuentas para el 2018, el Gobierno ha preferido no incluir los cambios en el impuesto de patrimonio entre las medidas tributarias de urgencia que aprobó en el último Consejo de Ministros del año pasado. Resultado práctico: están en el aire más de 1.200 millones que podrían ingresar las autonomías que mantienen este impuesto, con Catalunya a la cabeza, ya que obtiene casi 500 millones del total.

Cambios tributarios

Entre los cambios tributarios aprobados a final de año hay la actualización de los tipos del catastro para más de un millar de municipios, lo que afecta directamente al impuesto de bienes inmuebles (IBI), o la congelación de las cantidades para aplicar el sistema de módulos a los autónomos. La prórroga del impuesto del patrimonio podría haber entrado perfectamente en estas normas, pero el Gobierno parece decidido a guardarse esta carta. Tiene tiempo, ya que no se declara hasta finales del abril. 

El impuesto sobre el patrimonio es uno de los tributos en los que llas autonomías tienen un mayor margen de actuación. El mayor ejemplo de ello es el contraste entre Catalunya y Madrid. Mientras que en esta última autonomía está totalmente bonificado, es decir que no se paga, en Catalunya se aplica sobre contribuyentes que poseen una riqueza neta superior a los 500.000 euros, un umbral inferior al que se establece con carácter general y que está situado en los 700.000 euros. 

Más ricos

El impuesto sobre el patrimonio se utiliza como fuente para informar sobre el número de ricos de una comunidad.  En el 2015, el último dato publicado el pasado mes de agosto, se incrementó hasta casi 32.000 el número de personas que poseen una riqueza de más de un millón de euros en Catalunya, sin incluir la vivienda habitual y una vez deducidas las deudas. En concreto, fueron 31.951, un total de 577 más que el ejercicio anterior, según los datos de la memoria del impuesto de patrimonio del 2015 que publicó la dirección general de Tributos de la Generalitat.