elusión fiscal

Bruselas dispara ahora contra Ikea

La Comisión Europea abre una investigación en profundidad para determinar si el gigante sueco ha eludido el pago de impuestos a través de Holanda

Carritos de Ikea.

Carritos de Ikea. / JNA/SN

Silvia Martinez

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Ikea está en el punto de mira de la UE. La batalla de la Comisión Europea contra los regímenes fiscales que permiten la elusión de impuestos en la Unión Europea no ha terminado. Y la última multinacional a la que ha echado el guante la comisaria de la competencia, Margrethe Vestager, es Ikea. El Ejecutivo comunitario ha decidido abrir una investigación en profundidad porque teme que el tratamiento fiscal de Holanda a Inter Ikea, uno de los dos grupos que explotan la actividad de la multinacional, podrían haber permitido a la compañía sueca pagar menos impuestos dándoles una ventaja ilegal en vulneración de las reglas de ayudas de Estado de la UE.

Bruselas no da cifras sobre el montante eludido pero un informe del grupo de los Verdes de la Eurocámara cifraba en unos 1.000 millones de euros lo que la multinacional había dejado de pagar entre el 2009 y el 2014 gracias a la planificación fiscal agresiva.

7,7 millones en España

En el caso de España, por ejemplo, y según el mismo estudio la empresa habría dejado de pagar 7,7 millones de euros, lejos no obstante de los 36,6 millones de Alemania, los 23,8 millones de Francia, los 11,6 millones de Reino Unido o los 10,1 de Suecia, país en el que nació la marca.

"Todas las empresas, grandes o pequeñas, multinacionales o no, deberían pagar la parte justa de impuestos. Los Estados miembros no pueden dejar que ciertas empresas paguen menos permitiéndoles transferir artificialmente sus beneficios a otros lugares", ha insistido a través de un comunicado Vestager cuya Dirección General examinará ahora minuciosamente el tratamiento fiscal que el Gobierno holandés le ha dado a Inter Ikea, el grupo que explota la actividad pero que no posee tiendas físicas de la compañía.

Dos acuerdos fiscales con Holanda

La Comisión Europea ha puesto el ojo en la empresa del mueble barato por los dos acuerdos fiscales con la Hacienda holandesa. El primero habría estado vigente del 2006 a 2011 y el segundo a partir del 2011. A principios de los 80 Ikea decidió cambiar su modelo de negocio por uno de franquicias. Es decir, desde entonces el grupo Ikea inter no es la propietaria de las tiendas de Ikea en todo el mundo sino el grupo Ingka. Todas las tiendas de Ikea en el mundo pagan una tasa de franquicia del 3% de su facturación a Inter Ikea Systems, subsidiaria de Inter Ikea en Holanda. A cambio, las tiendas tienen derecho a utilizar la marca comercial de Ikea y conocimientos para gestionar y explotar la franquicia. Esto significa que la holandesa Inter Ikea Systems registra todos los ingresos por los cánones a las franquicias de todo el mundo. Bruselas teme que los dos 'tax rulings' -pactos fiscales- ofrecidos por Holanda han permitido al gigante del mueble reducir "significativamente" los beneficios sujetos a impuestos en Holanda.

Esquema fiscal

Gracias al primero -vigente entre el 2006 y 2011- Inter Ikea pudo transferir la mayor parte de sus beneficios a su filial I.I. Holding, con base en Luxemburgo y titular de los derechos de propiedad intelectual del grupo, donde no pagó ni un euro en impuestos gracias a un esquema fiscal especial -previo a la entrada de Luxemburgo en la UE- que fue abolido a finales del 2010. A partir del 2011, hubiera tenido que empezar a pagar el impuesto de sociedades en el Gran Ducado.

La empresa decidió entonces modificar su estructura. Inter Ikea Systems de hizo con los derechos de propiedad intelectual en manos hasta entonces de I.I. Holding y para financiar la adquisición pidió un préstamo a la matriz con sede en Liechtenstein a la que desde entonces paga unos intereses. Holanda emitió un segundo acuerdo en el 2011 en el que aceptó el precio pagado por los derechos de propiedad intelectual, los intereses y las deducciones. Bruselas sospecha ahora que estos intereses podrían estar inflados para reducir la factura fiscal de la multinacional sueca.

Media docena de reclamaciones

Con este nuevo caso, la danesa suma una muesca más en su cargado curriculum. A finales de octubre Bruselas anunciaba otra investigación sobre un esquema fiscal en el Reino Unido que podría haber permitido determinadas exenciones en el pago de impuestos y que habrían servido a multinacionales presentes en territorio británico para desviar beneficios hacia filiales offshore y rebajar así el montante de impuestos a pagar.

Desde que Vestager asumiera la riendas de la poderosa cartera de competencia, y a raíz del escándalo Luxleaks que destapó la existencia de más de 350 acuerdos con el gobierno luxemburgués, los funcionarios europeos han examinado más de un millar de pactos fiscales entre empresas multinacionales y estados miembros. Y en cinco de ellas han concluido que las haciendas de los Estados miembros deben recuperar dinero en impuestos impagados.

La lista de las multinacionales

El caso más sonado es el de Apple que, según las cuentas de Bruselas, habría dejado de pagar 13.000 millones de euros en Irlanda entre el 2003 y 2014. Pero en la lista también figuran Starbucks, a quien Bruselas ha pedido que devuelva 30 millones en Holanda, así como Fiat y Amazon por pactos en Luxemburgo que se han saldado con reclamaciones de 30 y 250 millones respectivamente. Además, los servicios de la competencia comunitarios también han reclamado a Bélgica la recuperación de unos 700 millones de 35 multinacionales e investiga los pactos fiscales de Engie y MacDonald con Luxemburgo.