SOLUCIÓN TECNOLÓGICA

Civiciti: el ciudadano decide

La start-up Civiciti, creadora de una plataforma 'on line' de participación ciudadana, expande su producto al sector educativo y a las empresas

Pablo Sarrias, consejero delegado de Civiciti.

Pablo Sarrias, consejero delegado de Civiciti. / periodico

Josep M. Berengueras

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El empoderamiento ciudadano es una de las tendencias del futuro. La tecnología permite que los habitantes de una localidad interactúen directamente con la administración y participen en la toma de decisiones. La start-up catalana Civiciti ha centrado en este sector su actividad de negocio: una plataforma on line para que las administraciones empoderen a los ciudadanos. Ahora, con el éxito de su primera versión, han decidido ampliar el foco de negocio y sumar otros sectores, como el educativo o las empresas, como posibles clientes de su plataforma.

Civiciti nació el pasado año, y es una spin off de Scytl, la firma catalana líder mundial en sistemas de voto electrónico. Scytl y Telefónica decidieron crear esta compañía que, aprovechando el conocimiento y las patentes de Scytl, desarrollara un producto no enfocado al voto, sino a las comunidades de ciudadanos. «Civiciti es una plataforma de participación ciudadana que ofrece un canal seguro, sencillo y neutral para que organizaciones y ciudadanos estén permanentemente en diálogo», asegura Pablo Sarrias, consejero delegado de esta compañía en la que trabajan actualmente 22 personas.

La plataforma creada es fácilmente adaptable a las necesidades de los consistorios. «No se trata de un lugar de toma de decisiones, porque esa es tarea de los que gobiernan. Pero sí que es un lugar donde se pueden obtener ideas, respuestas, para la toma de decisiones», aclara Sarrias.

De hecho, las votaciones es solo una parte de la plataforma. Para el ayuntamiento es un canal de comunicación, donde plantear a los ciudadanos cuestiones e informar de los proyectos en marcha. Se puede conocer la opinión de los habitantes a través de preguntas, mostrar una agenda y discutir los proyectos (tipo foro), pero los habitantes también pueden plantear dudas a la administración, hacer seguimiento de los presupuestos, valorar actuaciones... «Todo ello es compatible con las consultas tradicionales», comenta Sarrias. Los presupuestos participativos son uno de los servicios más usados por las administraciones.

El producto es usado ya por 30 comunidades de todo tipo de tamaños: desde ayuntamientos como el de Lleida Figueres a administraciones como la Junta de Extremadura o el Gobierno del Perú. En total, 60 millones de ciudadanos empoderados. Ahora, además, abren su plataforma a otros colectivos: desde centros educativos a empresas e incluso partidos políticos.

La firma cerrará el 2017 con un millón de euros de facturación, y espera doblar la cifra en el 2018. Para el 2019 cuenta con llegar ya a beneficios.