SECTOR EXTERIOR

La caída salarial permite seguir ganando competitividad frente al exterior

La moderación de los sueldos compensa la apreciación del euro y la mayor inflación española

Contenedores en el puerto de Barcelona exportaciones importaciones comercio exterior

Contenedores en el puerto de Barcelona exportaciones importaciones comercio exterior / periodico

Rosa María Sánchez

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La competitividad precio de la economía española frente al exterior se apoya cada vez más en los bajos salarios, que están compensando el lastre que supone la reciente apreciación del euro y unos datos de inflación más elevados en España que en los países del entorno.

El Ministerio de Economía ha difundido este miércoles los datos del Índice de Tendencia de la Competitividad (ITC) que revelan que, tomando en cuenta la evolución de la inflación, hasta finales de septiembre la economía española acumula cinco trimestres consecutivos de pérdida de competitividad frente a la Unión Europea después de haber registrado mejoras durante los once trimestres previos. Esto es porque los precios en España han subido más que en la media de los países de la Unión Europea. 

Si se toman en cuenta en exclusiva los precios de los bienes y servicios que exporta España  (índices de valor unitario, IVUs), con datos hasta el segundo trimestre, la conclusión es menos dura: la competitividad española empeora frente a la UE (por la apreciación del euro) pero mejora algo frente a a zona euro.

Costes laborales

Los datos mejoran definitivamente si se analiza el índice de competitividad ligado a los costes laborales unitarios  costes laborales unitarios (CLUs). Siendo así y con datos hasta el segundo trimestre, la Economía español siguió ganando competitividad en la Unión Europea y en la zona euro gracias a que los CLUs se redujeron el 2,4% en España por la caída de los salarios durante cuatro trimestres consecutivos, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esta competitividad-precio, apoyada en la moderación y recortes salariales, explica en parte el fuerte crecimiento de las exportaciones españolas que en los ocho primeros meses del año volvieron a marcar otro máximo histórico, con un avance acumulado del 9,1%.