SECTOR FINANCIERO

Las cajas de Liberbank venden el 19% del banco por 121,54 millones

Las entidades utilizarán los fondos para acudir a la ampliación de capital

Vista de las oficinas centrales de Liberbank en Oviedo, hoy.

Vista de las oficinas centrales de Liberbank en Oviedo, hoy.

P. Allendesalazar

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Las cajas fundadoras de Liberbank (las de Asturias, Extremadura y Cantabria) han vendido el 19% del capital del banco, del que poseían el 43%, por 121,54 millones de euros a grandes inversores institucionales. El objetivo de la operación es lograr recursos con los que acudir a la ampliación de capital de 500 millones que va a realizar la entidad para reforzar su solvencia y así ver menos diluida su participación, que rondará el 28% al final del proceso.

Las fundaciones herederas de las cajas han colocado su participación de forma acelerada en el mercado a un precio de 0,67 euros por acción, lo que implica un descuento del 10 % respecto a su valor de cierre del martes. La ampliación de capital se realizará a un precio de 0,25 euros por cada uno de los nuevos títulos. Las acciones han cerrado este miércoles con una caída del 5,16% en bolsa, hasta los 0,699 euros.

Tras la colocación de este miércoles, las fundaciones tendrán una participación del 24,2: 16,1% para la de Asturias, 4,8% para la de Extremadura,  y 3,3% para la de Cantabria. El periodo de suscripción preferente de las nuevas acciones comenzará este viernes y durará hasta el 10 de noviembre.

Saneamiento

Para tratar de evitar los errores de otros bancos como Bankia en el 2011 y el Popular en el 2016, Liberbank ha decidido limpiar su balance antes de ampliar capital para evitar sustos posteriores que provoquen avalanchas de demandas en los tribunales. Para ello, ha realizado un saneamiento de más de 600 millones de euros en provisiones y ha vendido 602 millones de euros en activos inmobiliarios a dos fondos con un fuerte descuento del 60% que le ha causado minusvalías. Ambos factores le han llevado a perder 270 millones de euros entre enero y septiembre.

El banco, el más pequeño de los cotizados, estuvo en la diana de los especuladores bajistas tras la debacle del Popular hasta el punto de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió prohibir las apuestas a la caída de su acción en bolsa. Como consecuencia de ello, la entidad dirigida por Manuel Menéndez optó acelerar la venta de activos tóxicos y reforzar su solvencia.