FERIA

La marea de la conectividad

El Salón Náutico de Barcelona en el 2017.

El Salón Náutico de Barcelona en el 2017. / periodico

Patricia Martija / Barcelona

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Los avances tecnológicos llegan a la náutica, y este cambio se percibe en los barcos de recreo exhibidos en los muelles Espanya y de la Fusta del Port Vell de Barcelona. La 56º edición del Salón Náutico Internacional de Barcelona, que se celebra hasta este domingo, ofrece al público una feria cada vez más enfocada en las innovaciones. Los visitantes, una gran parte extranjeros y con gran poder adquisitivo, apreciaron así como el sector se suma al negocio de las aplicaciones. 

Entre las atracciones de esta cita, que ocupa 23.000 metros cuadrados, están ver por ejemplo cómo es posible comandar un barco con un reloj inteligente, o incluso saber a kilómetros de distancia el estado del ancla. 

Otras de las aplicaciones que se presentan es SmartBoat. A través de varios sensores y dispositivos, esta programa permite conocer a tiempo real y vía remota varios parámetros de seguridad del barco. El propietario ya puede desde el sofá controlar el estado de las baterías, posibles escapes de agua o la temperatura de las máquinas, entre otros muchos datos.

Más aplicaciones

La navegación también se facilita con la aparición de las apps. Una de las presentadas, EasyPort, ofrece un amplio catálogo de servicios al navegante: información de los puertos más cercanos, puntos de reparación y mantenimiento de embarcaciones, seguridad o meteorología del lugar.

La proliferación de aplicaciones para navegantes permite, además, que los usuarios compartan información relevante, que se subirá a la nube. Podrán acceder a estos datos de manera fácil y rápida sobre cartas de navegación, ubicación de banco de peces, playas y calas y otras informaciones.

El salón mantiene la línea del 2016: apuesta por la innovación. Para Luis Conde, presidente del salón, «la apuesta por la tecnología y la innovación del sector va a ser clave para el futuro de un sector que apunta hacia los barcos más manejables, sostenibles, seguros y conectados». Y, además, al aspirar a ser el escaparate de tendencias del sector, esto repercute en la muestra de barcos. 

Además de la tecnología, los barcos son los otros protagonistas. En el certamen se exhibe el Rodman Spirit 31, una de las primeras embarcaciones conectadas disponibles actualmente en el mercado.  Otro de los barcos estrella del Salón es el Greenline 40 Hybrid. La embarcación combina un motor diésel con uno eléctrico, con una autonomía de 20 millas náuticas. Una opción más amable con el medio ambiente, pero no apto para todos los bolsillos: su precio es de a partir de 270.740 euros. Y, aun así, un precio modesto en comparación a otros yates que se exponen en la feria.

Entre las casi 700 embarcaciones, los visitantes pueden ver yates de lujo con precios de un millón de euros. Y los números pueden ser más altos: también se pueden encontrar barcos que llegan a los 15 millones. Todo ello, sin contar los gastos de mantenimiento.

Las ventas, que descendieron drásticamente durante la crisis, suben respecto al año pasado. Según un informe de  la Asociación Nacional de Empresas Náutica (ANEN), desde enero hasta septiembre del 2017 se han matriculado en España 4.732 embarcaciones, frente a las 4.332 registradas en el mismo periodo del 2016 (+9,23%). Del total, 1.475 son destinadas a uso de alquiler (31%), un mercado que ha crecido un 25% con respecto al año pasado, reflejando que el chárter náutico sigue al alza entre las opciones elegidas por los aficionados de la navegación de recreo.