Un gran paro ciudadano

La huelga general y el "paro de país" se han dejado notar con intensidad en Catalunya. El rechazo a las cargas policiales registradas durante la jornada del referéndum del domingo pasado ha unido a sindicatos, patronales y entidades soberanistas un una protesta sin precedentes con el fin de defender los derechos fundamentales. El parón de la actividad ha sido palpable en la Administración, el transporte y el comercio y menos en la industria. Y todo ello jalonado con numerosas concentraciones y marchas desbordadas de manifestantes y de indignación por la actuación de la Guardia Civil y la Policía Nacional. 

La jornada se inició con evidentes problemas de movilidad debido a casi 60 carreteras cortadas o con protestas y con el metro, el bus y los trenes de Rodalies abriendo sus puertas más tarde de lo habitual y funcionando muy por debajo de su nivel habitual. Las paradas de bus y los andenes del metro de Barcelona volvieron a vivir las escenas habituales de las huelgas generales. El parón del transporte público, que quedó inactivo fuera de las horas punta, volvió a ser esta vez una de las claves para que la huelga cuajara en la ciudadanía. A ello contribuyó la convocatoria de huelga general de la CGT y otros tres sindicatos.

Jornada excepcional

El 3-O fue una jornada excepcional en muchos aspectos. Por los motivos de la movilización, de repulsa a la violencia ejercida para intentar abortar el referéndum; por la transversalidad de las organizaciones convocantes que unieron a independentistas con no independentistas, y por la puesta en marcha de un formato inédito de movilización laboral/ciudadana. En el día del “paro de país” convocado por la nueva Taula per la Democràcia (de la que forman parte CCOO, UGT, USOC, Òmnium, ANC, Pimec, Cecot y otras entidades), las organizaciones que han dado cifras de seguimiento de la protesta no han sido únicamente los sindicatos, sino patronales, empresas y la Administración.

Los sindicatos convocantes de la huelga general (CGT, Intersindical-CSC, COS e IAC) han cifrado el seguimiento del paro en un 80% de media, por lo que consideran que ha sido uno de los más secundados de las últimas décadas en Catalunya. Tras el 3-0, estas organizaciones desconvocaron las huelgas previstas formalmente para los próximos días, según anunció la ‘consellera’ de Treball, Dolors Bassa, que cifró los huelguistas y seguidores del paro de país en más de un millón de personas. 

En el transporte, el seguimiento de la protesta fue desigual al oscilar entre un 20% en el tranvía, un 79% en Ferrocarrils, un 70% en el bus, un 60% en el metro y un 7,5% en Renfe, según datos de las empresas operadoras ofrecidos por la Generalitat. Los puertos quedaron casi paralizados. 

Permiso retribuido

En las oficinas, escuelas, institutos, ambulatorios y hospitales de la Generalitat, el seguimiento del paro fue masivo aunque desigual a pesar de que el personal tenía permiso retribuido, según los datos aportados por Dolors Bassa. Los servicios centrales de los departamentos de la Generalitat y los centros de enseñanza  han quedado casi totalmente paralizados. El sector sanitario de la Administración catalana paró en un 75%, aunque en otros centros el seguimiento medio fue de un 8,4%. En la justicia, el paro alcanzó entre el 63% y el 79% según las áreas.     

La ‘consellera’ ha justificado la concesión a los funcionarios de un permiso retribuido de un día al tratarse de “un paro nacional y no una huelga” convocado para “defender la democracia”.  Estas facilidades de la Generalitat para que sus 220.000 empleados participasen en la movilización han llevado al Ministerio de Hacienda a advertir que descontará el día de paro a los funcionarios cuando haga la transferencia de los fondos retenidos en espera de justificación. 

Cifras de la patronal

El mismo permiso retribuido ha sido concedido a los empleados de muchos ayuntamientos y empresas que llegaron a acuerdos para detener la actividad de forma parcial o total durante el martes. En el conjunto de Catalunya, el 54% de las pequeñas y medianas empresas, que incluyen a una buena parte de comercios, bajaron la persiana y el 31% llevó a cabo paros parciales, según la evaluación del "paro de país" de la patronal Pimec, que evitó en todo momento referirse a la protesta como una huelga o como un cierre patronal.

"Estamos ante una situación sin precedentes, ya que nunca se había dado una situación tan unánime en el entorno laboral", ha indicado la organización empresarial, que forma parte de la Taula per la Democràcia.       

Cecot estima que el 88% de las empresas que forman parte de esta patronal del Vallès han secundado el paro, con un 70% que no aplicó descuentos de nómina. Todos los datos muestran que la industria fue el sector en el que se notó menos el parón ya que las grandes fábricas como Seat y Nissan funcionaron con normalidad.