apuesta de política económica

Bruselas propone eliminar las barreras nacionales a la libre circulación de datos

El objetivo es dar un empujón al mercado digital que podría sumar 8.000 millones anuales al PIB europeo

La CE aumenta su seguridad ante ciberataques

La CE aumenta su seguridad ante ciberataques / H0 ase CB vgc

Silvia Martinez / Bruselas

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Las nuevas tecnologías digitales, el almacenamiento de datos o la computación en nube, la inteligencia artificial o el llamado internet de las cosas ofrecen un potencial económico enorme a la Unión Europea. Las estimaciones cifran en más de 106.000 millones de euros el valor para 2020 –de 60.000 millones en 2016- con un crecimiento anual adicional del PIB europeo de 8.000 millones. La Comisión Europea propone terminar con las restricciones y las barreras nacionales que obligan al almacenamiento o procesamiento de datos en los estados miembros para facilitar el despegue del sector.

El valor de este mercado se situaba el año pasado en casi 60.000 millones de euros, con un crecimiento del 9,5% respecto al 2015 y unas perspectivas muy halagüeñas. Sin embargo, se trata de un área, se queja el Ejecutivo comunitario, que sigue estando muy compartimentada y con restricciones geográficas que impiden que el mercado interior funcione correctamente. Las barreras nacionales obligan a las entidades financieras a almacenar sus datos localmente y lo mismo ocurre con otros sectores donde existe secreto profesional como por ejemplo la sanidad. Y, aunque en determinados casos las restricciones pueden ser válidas, el análisis realizado por la Comisión Europea sugiere que "hay una tendencia a imponer requisitos injustificados" con demasiada alegría.

Si el nuevo reglamento que aspira a garatinzar la libre circulación de datos no personales sale adelante –ahora tendrá que ser negociado con Eurocámara y Consejo- los gobiernos de la UE no podrán obligar a empresas y organizaciones a almacenar y procesar datos en sus respetivos territorios nacionales. Además, estarán obligados a notificar a la Comisión las restricciones que imponen y solo serán autorizadas si están justificadas por razones de seguridad pública.

Abaratar costes

Una apuesta, argumenta Bruselas, que facilitará y abaratará los costes de las empresas que operan de forma transfronteriza porque podrán centralizar la gestión de los datos en un solo país en vez de multiplicar sus recursos informáticos allí donde operan. "Bajo el principio de libre circulación de datos no personales las empresas podrán evitar la duplicación de datos en varias ubicaciones, tener más confianza a la hora de entrar en nuevos mercados y aumentar sus actividades con mayor facilidad", sostiene la comunicación en su propuesta. Un estudio de Deloitte utilizado por la Comisión apunta a que el sector de la distribución, el comercio y los hoteles podría sumar 4.500 millones en ingresos adicionales entre 2015 y 2020 con la eliminación de las barreras, las finanzas y los servicios empresariales unos 2.500 millones, la industria entorno a 1.900 y la educación y la sanidad 1.500 millones.

La propuesta también incluye el desarrollo de un código de conducta, en el que se especifiquen datos sobre costes, plazos o condiciones, para evitar que las empresas que se dedican al almacenamiento de información pongan trabas a los clientes que quieran cambiar de proveedor. Además, recoge que las autoridades competentes en los Estados miembros podrán seguir accediendo a la información en aunque se almacene en otro Estado miembro.

Medidas contra los ciberataques

El plan viene acompañado de toda una serie de medidas para garantizar la seguridad en internet. La UE ya tiene una estrategia desde el 2013 pero la multiplicación de los ciberataques, ya sean para cometer fraude, robar datos o desestabilizar gobiernos, hacen obligatorio revisar la situación. Solo el año pasado se produjeron más de 4.000 ataques con programas de secuestro de archivos al día y el 80% de las empresas europeas fueron objeto de algún tipo de incidente de ciberseguridad.

Un problema creciente dada la pujanza del sector que Bruselas propone responder con nuevas herramientas: una agencia europea de ciberseguridad para combatir la amenaza –a partir de la agencia de seguridad de las redes y de la información ya existente- con más personas y medios así como un nuevo régimen europeo de certificación para garantizar un uso seguro de productos y servicios. El plan se completa con la creación de un centro de investigación en ciberdefensa y una propuesta de directiva para extender la capacidad de las autoridades judiciales y policiales a todas las operaciones de pago, incluidas las operaciones con monedas virtuales como el bitcoin. "No podemos eliminar el riesgo completamente pero sí podemos dificultar que aquellos que quieren lanzar ciberataques puedan hacerlo", ha advertido el comisario de seguridad, Julian King.