CONSUMO

Fin de las rebajas más extrañas

Rebajas de verano en una tienda de Barcelona.

Rebajas de verano en una tienda de Barcelona. / periodico

Josep M. Berengueras / Barcelona

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Las rebajas más extrañas de la historia llegan a su fin. Y han sido raras no porque los descuentos no hayan sido mayoritarios, sino porque la liberalización por ley de esta tradición de consumo bianual ha provocado que los consumidores no sepan ni cuándo empiezan ni cuándo acaban. En cualquier caso, donde si hay coincidencia en el sector es que el buen tiempo ha hecho que las ventas de ropa hayan sido buenas, alrededor del 3%-4% superiores a las del año pasado, según la mayoría del sector.

Por ley, las tiendas catalanas y españolas ya pueden hacer rebajas todo el año, o en el momento de este en que lo consideren necesario. Desde el sector se recomienda mantener, sin embargo, los dos periodos de rebajas habituales, aunque por ejemplo la asociación Retailcat apuesta por cuatro periodos al año. En cualquier caso, de lo que se trata es que el consumidor sepa cuándo hay rebajas.

Hubo tiendas que empezaron las rebajas a mitad de junio, y otras esperaron al día 30

Este año se puede decir que hubo dos fechas de inicio (en vez del habitual 1 de julio): mitad de junio y el 30 de junio. Algunos comercios empezaron con los descuentos 15 días antes de lo habitual, mientras que el grupo Inditex (Zara, Bershka) y El Corte InglésZaraBershkaEl Corte Inglés, entre otros esperaron al día 30. El pequeño y mediano comercio, mientras, comenzó cuando vio que su competencia colgaban el cartel de rebajas.

El resultado fue que el consumidor estuvo algo perdido los primeros días, y que realmente hubo, según el sector, unos 15 días de muchas ventas (primera quincena de julio) para luego notar un descenso  de la afluencia de compradores.

La facturación del sector ha mejorado entre el 3% y el 4%, algo menos de lo esperado

«Diríamos que han sido unas buenas rebajas, aunque algo por debajo de lo esperado. Índices de ventas como el Comertia aseguran que en julio las ventas aumentaron el 4%, y en agosto estarán un poco por debajo. Eso significa que se ha vendido másque el año anterior, pero un poco por debajo de las expectativas», afirma el presidente de Retailcat, Joan Carles Calbet. ¿Los motivos? «El calor llegó muy pronto, y eso beneficia a algunos comercios pero no a otros. Además, la gente está un poco perdida. Hay que poner en valor la palabra rebajas y los dos periodos habituales», responde.

«Este verano, por suerte, al menos ha habido 15 días de buenas ventas, aunque en general han sido flojas. En las rebajas de invierno fue peor porque los descuentos empezaron en el Black Friday, y para rebajas la gente ya lo había comprado todo. Nos preocupa, porque la gente no sabe cuándo hay rebajas, y creemos que a la larga las de verano van a desaparecer. Las rebajas de invierno esperemos que pervivan», vaticina el presidente de Pimec Comerç, Àlex Goñi.