HISTORIAS MÍNIMAS

20 años entre vinos

El Petit Celler comenzó con una tienda de 20 metros cuadrados y ahora distribuye a toda la provincia de Barcelona

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PATRICIA MARTIJA / BARCELONA

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El amor, también al vino, puede llegar cuando menos se espera. El fundador de El Petit CellerSebastià Lozano, comenzó con un pequeño cursillo de tres días de 'sommelier', sin saber nada sobre esta bebida. "Para mí, en esa época, la única fórmula para distinguir el vino tinto del blanco era por el color. Era un inexperto". Pero "me emocionó mucho el mundo del vino", y terminó montando una tienda de menos de 20 metros cuadrados en Moià (Barcelona). De ahí viene el nombre de El Petit Celler, que ahora cuenta con 35 trabajadores.

El comienzo no fue tan imprevisto como pueda parecer. Antes de aventurarse con su empresa, siguió formándose como 'sommelier' durante dos años en la Escuela de Hostelería de Barcelona. Hace 20 no había tanta gente interesada en recibir una educación formal en este sector, Lozano compartió clase con otras tres personas, ahora se imparte en dos escuelas y acuden 40 personas a cada una. 

Todas esas personas tendrán tres opciones al terminar su educación: trabajar en un restaurante como 'sommelier', atender en una tienda o dedicarte al comercio. Sebastià Lozano subsistía con su pequeña tienda en su pueblo natal, vendiendo a clientes particulares "los fin de semana, porque es una localidad vacacional, y entre semana comencé a distribuir vinos en la comarca del Valles". Y de ahí el salto a una tienda un poco más grande a Manresa.

Con el cambio, contrató a un par de personas para que le ayudasen con el negocio y fueron expandiendose hasta cubrir como distribuidor de vino Barcelona y provincia. Este año han comenzado una colaboración con Distribuciones Franquet, con la previsión de adquirirla dentro de tres años, por lo que ahora también reparten en Lleida y provincia. La empresa 'lleidata' continuará con el mismo nombre, porque "quiero que las personas asocien a El Petit Celler a Barcelona".

CLIENTES EXTRANJEROS

Precisamente en la ciudad condal apostaran para crecer con su tienda 'on line'. Están invirtiendo bastante en ella porque, señala: "La venta en internet tiene un aumento espectacular". Además, ofrecerán envíos gratis en la ciudad de Barcelona para impulsar las compras de vinos de cinco a veinte euros porque "ese es el nicho del mercado grande". Aunque el consejero delegado de El Petit Celler admite que no hay semana que no vendan una botella de vino de más de mil euros de su colección de grandezas y rarezas. Los clientes de estos vinos suelen ser de Gran Bretaña, Francia y puntualmente de Asia y Estados Unidos; "para nosotros Italia y Alemania no son mercados asentados", explica Lozano.

Este año prevén facturar 500.000 euros en la tienda 'on line', y en total el responsable de El Petit Celler calcula que recaudaran unos ocho millones de euros, un crecimiento del 33% con respecto al ejercicio pasado que cerraron en 6 millones de euros. "La adquisición de Distribuciones Franquet es el gran responsable de este aumento tan grande en el volumen de facturación, son 2,5 millones más que el año pasado", aclara el empresario.

Otro de sus planes de futuro es el proyecto de 'wine bar'. En este espacio los amantes del vino podrán disfrutar una copa por 60 euros de vinos inalcanzables muchas veces por su elevado precio. Se llamará Tribute, tributo en catalán. "Me gusta el nombre porque es contundente y, sobre todo, porque el concepto es ese: un reconocimiento al mundo del vino y a la gente que disfruta del vino", se emociona Sebastià Lozano.