El Santander ahorrará hasta 290 millones con el ajuste de plantilla y oficinas

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PABLO ALLENDESALAZAR / EDUARDO LÓPEZ ALONSO / MADRID / BARCELONA

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Los ajustes de personal seguirán en el Popular. Sin planes concretos todavía, el Santander tiene el objetivo ya manifestado de ahorrar 290 millones de euros en costes de personal y oficinas tras la fusión. El consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, ha sostenido este miércoles que el banco todavía no tiene un "plan detallado" de recorte de oficinas y empleados de la entidad resultante tras la compra del Popular y ha afirmado que lo presentarán "más adelante". En cualquier caso, el grupo ha admitido que destinará 1.300 millones a reestructurar la entidad para ahorrar 500 millones de euros en costes (el 33% de los del Popular y el 10% de los de la entidad fusionada) a partir de 2020, de los que unos 160 millones vendrán de los servicios centrales y otros 130 millones de la red comercial. El banco combinado tiene 36.349 empleados y 4.987 oficinas en España, con datos de marzo.

Los sindicatos temen por la repercusión que pueda tener la compra del Banco Popular por parte del Santander en el empleo. En un sector baqueteado en los últimos tiempos por la precariedad cotidiana, el cierre de oficinas y las prejubilaciones a edad temprana, la unión de las redes comerciales del Santander y el Popular ofrece pocas garantías de empleo estable. 

Tanto UGT como CCOO han manifestado que las respectivas direcciones de las entidades no les han comunicado aún cómo se va a llevar a cabo el proceso, que afectará a más de 30.000 personas en España. En las reuniones que tuvo la dirección la semana pasada con los representantes sindicales del banco nada parecía indicar una solución tan drástica ni tan rápida. 

En fuentes de CCOO del Popular han reconocido que "aunque es pronto para aventurar el futuro de oficinas", lo cierto es que la venta ha sido inesperada en la plantilla. El último mensaje de la dirección fue que la entidad "era solvente" aunque reconocieron en esa reunión que "iba a haber problemas en el 2018 con la aplicación de las nuevas exigencias de la UE". Al final, la situación ha quedado sepultada en una decisión calificada de "salomónica" por parte de la plantilla y que abre nuevas incertidumbres. 

El responsable del sector financiero, de seguros y de oficinas de UGT, Roberto Tornamira, ha confiado en que "no se les ocurra plantear ningun tipo de recorte del empleo", después de que ambas entidades conjuntamente hayan "destruido más de 5.000 puestos de trabajo recientemente", a razón de 2.500 empleos el Santander y 2.600 el Popular, explicó a Europa Press. En su opinión, sería una "aberración" que los trabajadores tuvieran que "pagar la factura de los desmanes del señor (Ángel) Ron y su equipo directivo, que son los que han hundido por su negligencia una entidad tan importante como el Popular".

REDUNDANCIA DE OFICINAS

El secretario general del Sector Financiero de CCOO, Joan Sierra, ha valorado positivamente "que se haya terminado la incertidumbre del Popular por la plantilla y también por los clientes". Según ha dicho, los sindicatos van a reclamar a la entidad presidida por Ana Botín "garantías para el empleo". Para CCOO, la mejor solución es la integración de las plantillas, pues lo "fundamental" es la "garantía del empleo" y de las condiciones laborales de los trabajadores.

En cualquier caso, en fuentes de UGT recuerdan que son más de 80.000 los empleos destruidos en el sector financiero español desde el año 2008. Por ello consideran que la solución al proceso de reestructuración del sistema bancari "no puede tener como medida habitual la destrucción de empleo". "Que los “expertos” del sector, tanto en el ámbito público como en el privado, se pongan a pensar y demuestren algo más de talento a la hora de aplicar medidas innovadoras que saneen este sector sin alimentar a la bestia negra de nuestra economía: el desempleo", ha publicado UGT en un comunicado.