TRANSPARENCIA

¿Son fiables las cuentas de las empresas?

El presidente de la CNMV, Sebastián Albella, ayer en Madrid.

El presidente de la CNMV, Sebastián Albella, ayer en Madrid.

PABLO ALLENDESALAZAR / MADRID

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Interpretar correctamente los resultados de una empresa no es tarea fácil. Las compañías, como es lógico, intentan presentar sus cifras desde el ángulo que más les beneficia, y ello es legítimo siempre que no engañen a los inversores. El problema es que no siempre ocurre así. Las sociedades cada vez utilizan más en sus presentaciones las conocidas como "medidas alternativas del rendimiento" (APM, en sus siglas inglesas), es decir, indicadores de sus resultados, balance y situación de caja (como el ebitda, los resultados ajustados o el endeudamiento financiero neto) que no están definidos por las normas de información financiera con las que se elaboran los datos oficiales que se entregan a las autoridades. Una práctica que ha despertado la preocupación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

"En los últimos ejercicios se ha producido un incremento en la utilización que las entidades cotizadas hacen de las APM a la hora de presentar la evolución de su rendimiento financiero. Sin embargo, este aumento no ha venido acompañado de un esfuerzo similar para mejorar la transparencia de estas medidas", ha advertido el supervisor de los mercados en su reciente boletín trimestral. El organismo presidido por Sebastián Albella, de hecho, ha avisado a las empresas de que este año revisará el cumplimiento de los criterios y buenas prácticas sobre el uso de las APM establecidos por la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) en el 2015 "para mejorar la transparencia de estas medidas y reducir el riesgo de que puedan transmitir información engañosa".

El 81% de las mayores empresas españolas usaba estos indicadores en el 2015 y el problema es que muestran una visión "más positiva" de la situación de las mismas que la que se obtiene empleando la información oficial. La CNMV admite que algunas compañías las utilizan para dar información "complementaria" a los inversores, pero subraya que otras hacen un uso "meramente oportunista" de las mismas. Así, en ocasiones no desglosan cómo las han elaborado y varian su composición de presentación en presentación para que siempre les sean favorables, con lo que dificultan su comparación histórica, con otras entidades y con las cifras oficiales.

OPINIONES DIVERSAS

La advertencia de la CNMV ha tocado un tema controvertido. Muchos expertos han declinado comentar a este diario si comparten o no el diagnóstico del organismo. Y los que lo han hecho muestran opiniones divergentes. Los hay que lo apoyan, como Luis Martín, presidente de la Asociación Profesional de Administradores Concursales (ASPAC). "Si las empresas publican indicadores diferentes a los establecidos en las normas vigentes estarían alterando ese lenguaje común que es la contabilidad -regida por el Plan General de Contabilidad, que es un Real Decreto de obligado cumplimiento- y dificultarían la comprensión de su marcha a acreedores, inversores y demás partes implicadas", defiende.

Pero también quien no lo comparte. "No existe una problemática respecto al uso de distintos ratios financieros como los que menciona la CNMV. Las fórmulas empleadas para calcularlos son utilizadas internacionalmente y se elaboran a partir de datos obtenidos del balance y las cuentas, revisadas por el auditor. Si este estima que son correctos, no deberían de ser ratios falsos o adulterados", argumenta Carlos Fernández, analista de XTB.

MINORISTAS DESPROTEGIDOS

Un tercer experto, que pide el anonimato, comparte esta visión pero introduce matices interesantes. "La información que dan las compañías en general es suficiente, sobre todos las grandes empresas del Ibex, las pequeñas a veces dan poca. Es verdad que algunas, como ACS, utilizan las APM para presentar las cuentas a su aire, pero con la información y experiencia que tenemos podemos interpretarlas correctamente. El problema lo tiene el pequeño inversor que no recibe informes de analistas ni tiene conocimientos para interpretarlas. Es importante que esté asesorado", advierte.

Así las cosas, lo que la CNMV quiere es que las compañías analicen si la utilización de las APM es "realmente necesaria y, en la medida de lo posible, simplifique su cálculo". También quiere que las comisiones de auditoría supervisen y refuercen el control interno de estos indicadores. El organismo estudia publicar las conclusiones del análisis que va a realizar este año en el informe de cuentas anuales que publicará en el 2018, pero también se dirigirá directamente a empresas concretas si detecta un mal uso de las mismas.