ENTREVISTA A LA PRESIDENTA DE BBCONSTRUMAT

Ana Vallés: "La digitalización va a reducir costes de la construcción y a hacerla más transparente"

La empresaria asegura que han llegado innovaciones de utilidad inmediata acogidas con convicción por el sector

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SALVADOR SABRIÀ / BARCELONA

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El próximo martes abrirá el Salón Internacional de la Construcción de Fira de Barcelona en el que se intentará dar la imagen de la reanimación del sector. Ana Vallés, presidenta del Grupo Sorigué, se estrena como presidenta de BBConstrumat.

 -Parece que el sector de la construcción está por fin consolidando su recuperación. ¿Es una realidad o solo apariencia? ¿Se trata de un crecimiento sólido?

Ya ha cambiado la dinámica, y estamos creciendo gracias a la iniciativa y a la demanda privada. Sólo necesitamos que las administraciones públicas se sumen a esta tendencia para que el crecimiento sea sostenido. Lo que es seguro es que va a ser un crecimiento sostenible.

-La vivienda es el subsector que más tira. ¿Cómo se notará en el salón?

En relación con la construcción residencial, participan importantes empresas constructoras y de componentes del país y en el Foro de inversión inmobiliaria se presentan proyectos de construcción para buscar financiación. Este subsector ha sido el primero en recuperarse; esperamos que la rehabilitación y la obra civil se sumen a esta tendencia en los próximos años.

-Con el estoc de centenares de miles de viviendas al que se llegó, muchas cerradas durante años, han aparecido muchos problemas cuando finalmente se han vendido. ¿El sector detecta muchas quejas en este sentido? ¿Sale más a cuenta para un usuario adquirir un piso acabado de construir que uno que ha estado desocupado durante años, aunque sea más barato?

-El mercado de la vivienda está bien regulado, y ofrece garantías suficientes para el consumidor, tanto para la vivienda nueva como la de segunda mano. A partir de ahí, el futuro comprador es el que decide qué oferta le resulta más acorde con sus deseos y exigencias. Hoy el cliente del mercado residencial tiene más información que nunca.

- La innovación estará muy presente en el salón. ¿Lo está también en el día a día de la construcción?

- En los últimos años han surgido, a nivel internacional, estudios sobre el sector que han coincidido en poner de relieve que la construcción, en todo el mundo, es el sector económico con menor crecimiento de la productividad en los últimos 20 años. Entre las causas están una excesiva fragmentación del sector, la desconexión entre los diferentes actores y los clientes, una mano de obra muy poco cualificada, una regulación inadecuada y el carácter cíclico de la inversión en infraestructuras. Afortunadamente, han llegado innovaciones de utilidad inmediata para el sector, que se están acogiendo con convicción. La digitalización va a reducir costes, va a favorecer la interconectividad, va a ajustar la oferta a la demanda, va a hacer más eficaces los controles, va a aumentar la transparencia y va a mejorar la eficiencia hasta cotas inimaginables hace sólo unos pocos años.

- Muchas constructoras de las que han sobrevivido a la crisis lo han hecho gracias a salir al exterior. ¿Cree que si se recupera el mercado español se frenará esta tendencia o ha pasado a formar parte del eje de su negocio?

La internacionalización en un primer momento se veía, en nuestro sector, como un remedio para mitigar los efectos de la crisis. Pero muchas de las empresas que han optado por internacionalizarse hoy ya son entidades globales, y compiten a escala global, con mucha eficacia, por cierto. No hay razones para que restrinjan su ámbito de actuación. Por otro lado, el mercado nacional está comenzando a ser interesante para las empresas que han optado por permanecer aquí y que se han recuperado de la crisis.

- ¿Puede mantenerse el crecimiento de las ventas de pisos si los salarios no  suben? ¿o con un incremento de la precariedad laboral que frena los proyectos de inversión de los jóvenes?

Esta es una cuestión clave, y la razón por la que el salón celebra por primera vez un Congreso de Vivienda Social donde expertos de procedencia nacional así como de ciudades como Berlín o Ámsterdam van a reflexionar e intercambiar sus experiencias en relación con el acceso a la vivienda o la elitización residencial (gentrificación). Se trata de un reto que abordar conjuntamente por  gobiernos, instituciones públicas, entidades ciudadanas y empresas privadas porque el acceso a la vivienda y a ámbitos urbanos de calidad es fundamental para todos los ciudadanos, y especialmente para las nuevas generaciones, que vienen con inquietudes y perspectivas muy diferentes a las nuestras.

- Si hace solo un quinquenio hubiesen anunciado que empresas o convenciones relacionadas con el Mobile World Congress estarían presentes con fuerza en Construmat pocos se lo creerían. ¿Se trata de una apuesta de futuro o refleja ya una realidad?

Si me permite la expresión, el futuro cada vez está más cerca, hasta el punto de que estamos inmersos en él. La adopción o no de las tendencias e innovaciones que vamos a ver en el salón no es un debate en realidad; es algo que va a pasar, lo único que queda por saber es cómo y cuándo. Y creo que será de muchas formas, en todos los ámbitos, y que ya está pasando.

- Públicamente y desde las instituciones se está haciendo una gran propaganda a favor de la vivienda sostenible. ¿A la hora de comprarla, el cliente lo tiene mucho o poco en cuenta ahora?

Esta dinámica es general para todos los bienes, en realidad. Cualquiera de nosotros espera, al invertir sus ahorros en un bien duradero, que éste sea “sostenible”, es decir, que no se pierda el valor de la inversión por deterioro, o que su mantenimiento cueste más que el bien en que ha invertido. Lo que se está haciendo ahora es incrementar los estándares de sostenibilidad, y ampliando el concepto a la eficiencia energética y medioambiental. En consecuencia, el cliente también está aumentando sus niveles de exigencia. Es un proceso natural y, además, deseable para el sector; de hecho es uno de los caminos que facilitarán el crecimiento de nuestra industria.

- Uno de los subsectores que está estancado es el de la obra civil. ¿Hasta qué punto los casos de corrupción relacionados con esta actividad, con el consiguiente aumento de mecanismos de control, están frenando esta actividad? ¿Qué podrían o deberían hacer los constructores para recuperar la confianza de la sociedad?

Sinceramente, creo que seguimos en cabeza a nivel internacional en cuanto a capacidad de acometer proyectos de obra civil. Nuestro know how y experiencia se valoran en todo el mundo y, no es casualidad que la industria española esté presente en los proyectos más emblemáticos a nivel mundial, como la ampliación del Canal de Panamá o el tren de alta velocidad en Arabia.

En cuanto a aquellas prácticas irregulares que se han dado hasta ahora, no hay duda de que los tribunales están haciendo el papel que les corresponde, y que el nivel de tolerancia a nivel social hacia estos comportamientos ha descendido notablemente, a la vez que han aumentado los mecanismos de control y la transparencia en todos los ámbitos. Un aspecto muy importante aquí es la digitalización del sector, que nos permitirá llegar a niveles hasta ahora insospechados de eficiencia, ahorro de costes, conectividad y control de los procesos por parte de la administración, las empresas, los clientes y los ciudadanos.

-¿Cuáles son sus previsiones para el salón de este año? ¿Y para el sector de la construcción en general?

Estamos muy satisfechos con las cifras que tenemos ahora mismo, y sin duda vamos a crecer en expositores y en visitantes. En cuanto al sector, ya ha cambiado la dinámica, ya estamos creciendo, gracias a la iniciativa y a la demanda privada. Sólo necesitamos que las administraciones públicas se sumen a esta tendencia para que el crecimiento sea sostenido. Lo que es seguro es que va a ser sostenible.