PROGRAMA DE ESTABILIDAD 2017-2020

El Gobierno prevé que la tasa de paro baje al 11,2% al cierre del 2020

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ROSA MARÍA SÁNCHEZ / MADRID

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El Gobierno ha realizado un esbozo sobre cómo prevé que será la economía española al final de la presente legislatura, suponiendo que esta pueda llegar hasta el 2020.

Si se cumplen sus previsiones, en el 2020 habrá 20,5 millones de empleos, dos millones más que al cierre del 2016 y un déficit público de apenas el 0,5% del PIB. “Este es el momento en que se podrá decir que habremos recuperado todo el empleo del 2007”, ha afirmado el ministro de Economía, Luis de Guindos, este viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que ha aprobado el Programa de Estabilidad 2017-2020 para su inmediata remisión a la Comisión Europea. El Gobierno también ha aprobado este viernes el Plan Nacional de Reformas que, por primera vez en muchos años ya no incluirá el siempre incumplido compromiso de liberalizar los servicios y colegios profesionales

Recuperar el nivel de empleo del 2007 habrá exigido una larga de caminata de casi 15 años, al final de los cuales la tasa de paro aún será del 11,2%, ligeramente por encima del 8% del 2007. Según las proyecciones del Gobierno, la cifra de personas en paro a final del 2020 se situará ligeramente por encima de los 2,5 millones de personas (1,66 millones menos que en el 2016).

NUEVA REBAJA FISCAL

“España puede llegar al 2020 con 20,5 millones de parados y sin déficit público”, ha resumido el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro

El Programa de Estabilidad prevé que a finales del 2020 el déficit público se situará en el 0,5% del producto interior bruto (PIB) y que la deuda pública bajará desde el 99,4% de finales del 2016 hasta el 92,5%. La corrección del déficit, según Montoro, se logrará gracias a la contención del gasto (que crecerá menos que la economía) y será compatible con una nueva rebaja de impuestos en la recta final de la legislatura (cuya cuantía no ha precisado).

Hablar de un déficit del 0,5% en el 2020 equivale a proyectar que el desequilibrio de la Seguridad Social (cercano a 2 puntos de PIB) deberá ser compensado por superavits en el resto de las administraciones (Estado, autonomías y ayuntamientos), según ha admitido el ministro Montoro.

CRECIMIENTO ACELERADO

Todo este andamiaje sobre el que -según el Gobierno- se apoyará la economía española hasta el final de la legislatura se apoya en la previsión de que el producto interior bruto (PIB) crecerá a una media anual del 2,5%, según ha explicado el ministro De Guindos.

El documento aprobado por el Gobierno revisa al alza la previsión de crecimiento de la economía española para el 2017 desde el 2,5% apuntado a principios de este mismo mes de abril hasta el 2,7%, tal como ya había anticipado el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la semana pasada. Esta ligera revisión al alza recoge una mejor evolución de la inversión y de las exportaciones a lo largo del 2017.

“Todos los datos económicos ponen de manifiesto que esta previsión sigue siendo muy moderada, muy cauta”, ha dicho el ministro, consciente de que las nuevas proyecciones de los servicios de estudios empiezan a converger cada vez más en torno a una tasa del 3% para el 2017 . 

Este mismo viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado el dato de crecimiento de la economía en el primer trimestre del año, que se ha acelerado hasta el 0,8% (una décima por encima del 0,7% con que finalizó el 2016). “La economía española se vuelve a acelerar a principios de este año, vuelve a coger tracción”, ha resumido el ministro.

Curiosamente, al tiempo que el Gobierno ha corregido al alza su previsión de crecimiento, ha rebajado su previsión de inflación en sentido contrario a lo que apuntan todos los organismos públicos y privados. Economía ha rebajado del 1,6% al 1,5% el llamado “deflactor de consumo privado” que es el concepto más parecido al de subida de los precios de consumo que aparece en el cuadro macroeconómico. Tan baja previsión resta presión al debate sobre la subida de salarios en el 2017 y sobre la posible pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, que solo han subido el 0,25% este año.

UN ESTADO MÁS PEQUEÑO

Al final del 2020 se prevé que el tamaño del Estado se habrá reducido desde el 45,3% del PIB alcanzado en el 2011 hasta el 39,2%. El peso del gasto público sobre la economía habrá perdido 6 puntos en todo este periodo, aunque en cifras absolutas pasará de los 490.234 millones de euros de entonces a unos 514.473 millones. 

El peso de los ingresos, por su parte, se situará en torno al 38,7% del PIB, un porcentaje que se puede comparar con el techo del 40,9% alcanzado en el 2002 o con el suelo del 34,8% adonde quedaron desplomados los ingresos en el 2009.