CAMBIOS EN EL COMERCIO

Amazon se consolida como la mayor tienda 'on line' de España

Las tiendas físicas y el sector de la distribución en España sufre ya que la balanza comercial del comercio electrónico es deficitaria

Centro logístico de Amazon.

Centro logístico de Amazon. / periodico

EDUARDO LÓPEZ ALONSO / BARCELONA

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La venta de productos y servicios a través de internet no para de crecer y Amazon se ha convertido en el líder de las tiendas 'on line' en España. El despliegue de Amazon en España mediante la instalación de plataformas logísticas es un indicador claro de esa transformación comercial de calado. Ese crecimiento del consumo en tiendas 'on line' situadas en España se produce básicamente a costa del comercio tradicional o físico, según el balance anual de la Comisión Nacional del Merdado de la Competencia

La facturación del comercio electrónico en España crece a un ritmo superior al 20% anual, según datos de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, con un volumen total de mercado del orden de los 11.640 millones de euros al cierre del pasado año.

Los sectores de actividad con mayores ingresos fueron las agencias de viajes y los operadores turísticos, con el 15,6% de la facturación total; el transporte aéreo, con el 13,5% y las prendas de vestir, en tercer lugar, con el 5,6%. Según el número de transacciones, en el segundo trimestre del 2016 se registraron más de 92 millones de operaciones, el 33,4% más, según las estimaciones de la CNMC. El márketing directo y los discos, libros, periódicos y papelería lideraron el ránking por compraventas (10,6% y 6,4% respectivamente). 

SALDO EXTERIOR

Sin embargo, el crecimiento de la actividad comercial 'on line' se está produciendo de manera desigual. El saldo neto exterior (la diferencia entre lo que se compra desde el extranjero a sitios webs españoles y lo que se compra desde España al extranjero) arrojó un déficit de 1.609,7 millones de euros en el último trimestre del 2016, según la CNMC. Por número de transacciones, el 45,0% de las compraventas se registraron en webs españolas y el 55,0% en webs del extranjero. Un año antes, ese saldo era algo distinto. El saldo neto exterior arrojaba un déficit de 1.567 millones de euros en el último trimestre. Por número de transacciones, el 44,3% de las compraventas se registraban en webs españolas y el 55,6% en webs del extranjero.

Los ingresos de comercio electrónico dentro de España (compras hechas en España a webs españolas) aumentaron un 23,6% interanual hasta los 2.459,6 millones de euros. El sector turístico supuso el 38,2% de la facturación dentro de España, seguido de la administración pública, impuestos y seguridad social (6,8%), los espectáculos artísticos, deportivos y recreativos (6,8%) y los electrodomésticos, imagen y sonido (5,7%). 

Ningún actor del comercio electrónico en España está interesado en dar a conocer sus datos de venta reales, pero en esa nebulosa de datos las fronteras geográficas tienden a disiparse. Las webs extranjeras son una amenaza incluso para el gigante Amazon en España, y la instalación de almacenes se ha convertido en el baluarte estratégico fundamental para la eclosión de una internacionalización comercial no conocida hasta ahora. En esa guerra, las cuestiones logísticas y la velocidad de envío son cruciales.

La web de Amazon vende sus productos a clientes españoles, pero el origen de esa venta puede situarse fuera de España. Igualmente, clientes de Amazon en Europa pueden recurrir a esta plataforma de venta y que el origen de la venta efectivamente sea España. Paralelamente a la actividad de los aglutinadores de comerciantes (como Amazon o las webs asiáticas), grandes especialistas que venden sus productos en internet dinamitan al comercio especializado exclusivamente con centros de venta físicos. Un ejemplo es el gigante especializado en instumentos musicales Thomann, que obliga a cualquier distribuidor del sector a adentrarse en la venta 'on line' para ampliar la base de clientes.

En ese marasmo de datos de compradores de origen ignoto, cualquier estimación sobre el mercado es de difícil confirmación y suma la sospecha de que nadie conoce con exactitud el impacto del comercio 'on line' en el comercio tradicional. En cualquier caso, los efectos del comercio electrónico en el mapa comercial actual son todavía difíciles de cuantificar.