Las empresas familiares reclaman reformas "de calado" para ganar dimensión

Un pacto de estado por la educación, el contrato único y más flexibilidad laboral entre las propuestas del IEF

Ignacio Osborne ESADE

Ignacio Osborne ESADE / periodico

AGUSTÍ SALA / MADRID

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Cuestión de tamaño. Y de acometer reformas para afrontarlo, como un pacto de Estado por la educación, la introducción de un contrato laboral fijo único o más facilidades para la movilidad geógrafica y funcional de los trabajadores. Son algunas de las 50 recomendaciones que el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) propone para que las compañías ganen dimensión y, por tanto, mejoren su competitividad

El presidente del IEF, Ignacio Osborne, y el director general, Juan Corona, han presentado el informe 'La dimensión Empresarial como factor de competitividad', en el que se constata que el tejido empresarial está muy atomizado. Solo el 0,7% de las 3,24 empresas existentes tienen más de 50 empleados, frente al 3% de Alemania o el 1,2% de media en la Unión Europea (UE).

Además de un acuerdo global sobre educación que ponga fin al "sinsentido" de siete reformas educativas en los últimos 35 años y la apuesta por la formación dual, el informe propone bastantes medidas laborales. Una de ellas consistirá en un único tipo de contato laboral con indemnización creciente en el tiempo.

FLEXIBILIZACIÓN

También aboga por la flexibilización del contrato a tiempo parcial, con una regulación más abierta, donde el número de horas anuales se pueda repartir a lo largo del ejercicio según las necesidades de la producción; y propone facilitar la movilidad geográfica y funcional.

El estudio propone asimismo la creación de un sistema de capitalización individualizado que agrupe tanto la pensión como las indemnizaciones a lo largo de la vida laboral de la persona. Respecto al ámbito de las Administraciones Públicas, el informe propone implantar auditorías privadas, obligatorias para todos los entes público y favorecer la colaboración con el sector privado en la prestación de servicios públicos y simplificar y racionalizar el actual marco regulatorio y normativo.

El IEF plantea igualmente la necesidad de revisar las actuales singularidades contables, fiscales, laborales y financieras que hay establecidas para las empresas que no superan un determinado umbral de tamaño, para evitar que puedan actuar como freno al crecimiento.

Por lo que se refiere a la fiscalidad, el informa elaborado por el IEF considera fundamental revisar todo el conjunto de tributos que afectan a las empresas para eliminar aquellos sin relevancia recaudatoria y que dificultan el crecimiento, simplificarlo y dotarlo de una estabilidad de la que ahora carece.

Además de la rebaja de las cotizaciones sociales por parte de las empresas y aboga por eliminar aquellos tributos que suponen una barrera al inicio de nuevas actividades económicas, como las licencias municipales, tasas o actos jurídicos documentados.

REFORMAS DE CALADO

España, en opinión de Osborne, ha acometido una serie de reformas urgentes para combatir la grave crisis vivida desde 2008. “Ahora, superada en gran medida esa situación, es un buen momento para hacer reformas de calado, a largo plazo”, ha señalado. Ha reclamado que ese proceso se acometa con unidad y consenso de "Gobierno, partidos políticos, sindicatos, empresarios y sociedad civil en su conjunto”.

Osborne  ha destacado el crecimiento y la dimensión de las empresas siempre ha constituido una de las principales preocupaciones del lobi que preside, porque "condicionan el progreso y la estabilidad" de la economía.

Según el estudio del IEF, las empresas de la UE tienen de media una plantilla de 5,8 empleados, mientras que las españolas cuentan  s, lo que supone un 22,4% menos.

La inferior dimensión de las empresas españolas tiene un impacto. Uno de ellos es que dejan a la economía más expuesta a los ciclos económicos, tal y como se ha visto en la pasada crisis, en la que nuestro país ha sido el segundo de la UE con un mayor deterioro del mercado de trabajo, solo por detrás de Grecia.

Corona ha destacado los factores que favorecen el crecimiento, como un "mercado de trabajo flexible y eficiente", "la mejora de la calidad del capital humano", la "disminución de las barreras regulatorias", " la eficiencia de la Administración Pública" o un "sistema fiscal previsible, transparente y estable".