Claves para hacer el mejor currículo en Francia

La discriminación es frecuente pese a que está perseguida por la ley

Una mujer musulmana en París.

Una mujer musulmana en París. / BC JW

EVA CANTÓN / PARÍS

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Las claves para hacer el mejor currículo y ser el elegido/a para un puesto de trabajo son algo distintas según el país que se trate. En términos legales e incorporación de datos privados la situación también es variopinta. Estos son algunos de los elementos a tener en cuenta en Francia, dónde se abandonó la práctica del currículo anónimo.

El Gobierno socialista francés decidió dar carpetazo al currículo anónimo en mayo del 2015, nueve años después de que la ley sobre igualdad de oportunidades obligara a usarlo a las empresas de más de 50 trabajadores. En realidad, nunca entró en vigor. A pesar de las llamadas al orden del Consejo de Estado y las denuncias reiteradas de las asociaciones antirracistas, el decreto de aplicación jamás se promulgó. El currículo anónimo nació muerto y sin consenso. Sus detractores alegaron tanto motivos técnicos sobre todo el coste- como de fondo. A su juicio, atentaba contra la libertad de la empresa a la hora de elegir al mejor candidato para un puesto.

CUESTIÓN DE COMPETENCIAS

A partir de entonces, para luchar contra la discriminación en las contrataciones laborales, el Gobierno optó por promover métodos alternativos–simulaciones, vídeo -curriculum o selección on-line- basados en las competencias que exige el puesto y no en la información parcial del CV. La propuesta forma parte de una batería de medidas bien intencionadas pero de escaso impacto en un país donde la desigualdad, empezando por la del sistema educativo, no deja de crecer. El 85% de los solicitantes de empleo creen que la discriminación es frecuente, sobre todo en los mayores de 55 años, las embarazadas y los minusválidos. Y el 66% piensa que tener un apellido extranjero puede ser un obstáculo para encontrar trabajo.

Un test realizado en el 2016 en 40 empresas les dio la razón. Los departamentos de selección de personal tienden a dar prioridad a los candidatos con nombres que suenan franceses en detrimento de los que suenan magrebíes. El estudio, encargado por el Ministerio de Trabajo, consistió en enviar falsos CV con perfiles idénticos en los que sólo cambiaba el nombre.

CONDENAS POR DISCRIMINACIÓN

El resultado fue que un tercio de las empresas discriminaba a los magrebíes. Aunque las conclusiones no son extrapolables al conjunto del mercado laboral francés, son preocupantes. La ley condena estas prácticas con 3 años de cárcel y 45.000 euros de multa. Además de ser injusta, la exclusión tiene un coste. El PIB francés crecería un 0,3% anual de mejorar el acceso laboral de mujeres e inmigrantes, según France Stratégie.