ALIMENTACIÓN

El grupo Guissona invertirá 400 millones en un centro Aragón

El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y el de Grup Guissona, Jaume Alsina, en la firma del convenio para construir un centro en Épila.

El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y el de Grup Guissona, Jaume Alsina, en la firma del convenio para construir un centro en Épila. / periodico

EL PERIÓDICO / ZARAGOZA

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Aragón está de enhorabuena. El grupo alimentario Guissona (Bonàrea) va a levantar en Épila (Zaragoza) un macrocomplejo industrial y logístico que está llamado a convertirse en un nuevo motor económico de la comunidad, a la altura incluso de la fábrica de General Motors. De hecho, la primera compañía alimentaria española por volumen de facturación prevé crear unos 4.000 empleos (incluido el personal subcontratado de limpieza transporte) en un plazo de 12 años, cuando el centro de transformación cárnico esté a pleno rendimiento.

En concreto, la firma catalana quiere "replicar" en el polígono  El Sabinar de Épila la única planta procesadora que tiene actualmente: la de la localidad leridana de Guissona, un macrocomplejo que también cuenta con cerca de 4.000 empleos. Según ha explicado en la presentación el presidente del grupo, Jaume Alsina, las obras de sus nuevas instalaciones, que responden a la voluntad de la compañía de seguir expandiendo su red de establecimientos Bonàrea hacia el norte de EspañaMadrid Levante, no comenzarán hasta el 2019 debido a la complejidad administrativa y urbanística que requiere el proyecto. 

En una primera fase se construirá el centro de distribución para suministrar a las tiendas del entorno, lo que no requerirá de muchos trabajadores; luego se levantarán los mataderos de aves, cerdos, vacas y ovejas, y finalmente las salas de despiece y elaborados cárnicos. "Para el 2020 o 2021 ya habrá gente trabajando allí", dijo Alsina.

Guissona, que prevé invertir a lo largo de estos 12 años 400 millones de euros, se ha decantado por el municipio ubicado a 38 kilómetros de Zaragoza por la situación estratégica del mismo y sus buenas comunicaciones con el norte, el centro y el este del país, más allá de una garantía de suministro de agua abundante.

En este sentido, Alsina descartó cualquier motivación que no tenga que ver con una decisión estratégica. "Nunca nos metemos en política", subrayó el ejecutivo, que dejó claro que su cuartel general de Guissona "seguirá operativo": "Incluso esperamos seguir creciendo porque la tecnología aún nos va a permitir elevar algo la producción".

La mayor empresa de Lleida cuenta actualmente con 435 tiendas Bon Área implantadas sobre todo en Catalunya, Aragón y Castellón. Su plan de expansión aspira a alcanzar las 1.000, y la planta de Épila, que al final del proyecto podría llegar a ocupar una superficie equiparable a cien campos de fútbol, va a jugar un papel fundamental en ese proceso.

El proyecto comenzó a fraguarse en el 2008, según dijo Alsina, quien a finales del 2011 ya anunció su intención de dar el salto a Aragón para acometer desde aquí su expansión al resto de España. Tal y como destacó el alcalde de Épila, Jesús Bazán, la llegada del grupo "va a cambiar la vida del municipio y de toda la comarca". No en vano, Alsina recordó que desde la creación de la planta en 1971, Guissona ha pasado de 1.800 a 7.000 habitantes.