NUEVA PROPUESTA

Bruselas permitirá a las operadoras cobrar recargos si un cliente abusa con el 'roaming'

Ejecutivos con sus móviles.

Ejecutivos con sus móviles. / periodico

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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La polémica propuesta de limitar a 90 días al año el 'roaming' gratuito en la Unión Europea, que el Ejecutivo comunitario se vio obligado a retirar hace unos días de la mesa de negociación tras una ola de críticas, tiene ya recambio. El nuevo enfoque diseñado ahora por la Comisión Europea elimina el límite de tiempo durante el cual el 'roaming' será gratis pero incluye una serie de medidas de salvaguarda que permitirán en la práctica a las operadoras imponer recargos si consideran que un cliente está haciendo un uso excesivo del móvil en el extranjero.

La idea, mucho más compleja y difusa que el plan inicial, tiene todavía que concretarse en una propuesta antes del 15 de diciembre de forma que el nuevo reglamento pueda entrar en vigor el 15 de junio del 2017, fecha en la que han prometido la desaparición del 'roaming' en toda la UE. En teoría, y a tenor del nuevo plan, cualquier cliente que viaje al extranjero podrá pagar lo mismo que paga en su país de residencia, independientemente de si pasa una semana, un mes o tres; si viaja por trabajo o por placer.

Esta falta de límites y de criterios precisos ofrece, en cambio, un margen de discrecionalidad importante a las empresas ya que si consideran que ha habido abuso o fraude la Comisión Europea les autoriza a intervenir y pedir explicaciones a sus clientes. Y si no les convencen los argumentos podrán imponer recargos de forma automática y el consumidor solo podrá protestar recurriendo en última instancia ante los reguladores nacionales de cada país, la comisión nacional de la competencia en el caso de España.

"Si los viajes que los europeos hacen entre países continúan como hasta ahora muy pocos operadores de servicios podrán sobrevivir. Hay que evitar el abuso del sistema", se escuda el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Andrus Ansip, que pone el acento en la necesidad de garantizar una protección adecuada a las grandes operadoras. Por ejemplo, en un país como Letonia los precios son seis veces más baratos que en Irlanda pero comprar tarjetas SIM letonas para utilizarlas en Irlanda sería un abuso, sostienen. Es como si alguien, alertaba Ansip, pudiera comprar un billete de metro en el país con los precios más baratos y utilizarlo luego en cualquier país. "Sería un abuso", advierte.

El 'roaming', insisten en Bruselas, está pensado para los viajeros y por eso abogan por vincular el nuevo sistema al lugar de residencia o a la existencia de lazos estables con el cliente. "Lo que queremos es que las empresas de telecomunicaciones puedan verificar la situación. Hay que dar al operador la posibilidad de verificar el lugar de residencia del usuario. Si hay quejas y la persona no puede justificar por qué viaja dos o tres semanas la empresa tiene que poder advertirle e imponerle tarifas adicionales", añade el comisario de agenda digital, Gunter Oettinger. "No queremos matar la innovación" y "hay que proteger las inversiones que han realizado las empresas", precisa Ansip.

MEDIDAS DE SALVAGUARDA

Aunque la propuesta está todavía por concretar, la Comisión Europea avanza ya varios tipos de medidas de salvaguarda para proteger a las empresas de los abusos. Y entre los criterios a los que podrán acogerse en caso de abusos: un tráfico doméstico insgnificante en relación al tráfico 'roaming', un periodo de inactividad largo de una tarjeta SIM que solo se utiliza, si no exclusivamente, para el 'roaming', y la suscripción o uso de múltiples tarjetas SIM por el mismo cliente cuando está en otro país. En estos casos, según advierte Bruselas, los clientes podrán advertir a sus clientes y aplicarles un recargo máximo de 0,04 céntimos por minuto en las llamadas, 0,01 euros por mensaje y 0,0085 euros por mega consumido. Al cliente en caso de desacuerdo solo le quedará la opción de protestar a la compañía y si la disputa prosigue acudir al regulador nacional.

El plan también contempla la posibilidad de que el operador tome medidas en respuesta a "circunstancias excepcionales" en los mercados domésticos. Es decir, si se produce una subida de precios u otros efectos negativos para los clientes domésticos. En este caso se podrán aplicar las mismas tarifas anteriores aunque las telecos tendrán que demostrar con evidencias que el sistema de 'roaming' gratis está en riesgo. El sistema no es tan sencillo, admiten Bruselas, pero es el mejor que han encontrado para evitar el colapso. Según insiste la Comisión Europea, los europeos solo viajan de media 12 días al año fuera de su país.

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