La Eurocámara exige a Bruselas más información sobre las emisiones del 'diéselgate'

Trabajadores de la planta de Volkswagen en Chattanooga (Tennessee, EEUU), en abril.

Trabajadores de la planta de Volkswagen en Chattanooga (Tennessee, EEUU), en abril.

ERIN VERA / BRUSELAS

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El pleno del Parlamento Europeo no está satisfecho con la información enviada hasta ahora por el Ejecutivo comunitario a la comisión que investiga el fraude de las emisiones de dióxido de nitrógeno, destapado a raíz del escándalo de Volkswagen, y ha urgido a Bruselas a enviar cuanto antes documentos sobre los sistemas de medición y detalles del grupo de trabajo sobre los procedimientos para la aprobación de vehículos. La petición figura en una resolución aprobada con 618 votos a favor, 26 en contra y 7 abstenciones.

El resultado forma parte del informe preliminar que ha elaborado la comisión de investigación parlamentaria tras una docena de reuniones y entrevistas a 37 expertos. Esta comisión comenzó a trabajar el pasado mes de marzo en respuesta al escándalo desatado por la compañía alemana Volkswagen que admitió el año pasado la existencia de 11 millones de vehículos diésel con el motor trucado para falsear las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) en controles oficiales de automóviles.

El objetivo es determinar si la Comisión Europea o las autoridades nacionales sospechaban o conocía la existencia de estos dispositivos y aclarar por qué no prestaron atención a las diferencias que había entre las emisiones medidas en laboratorio y las de la carretera. De momento, ni Pablo Zalba (Partido Popular Europeo) ni Gerben-Jan Gerbrandy (Grupo de la Alianza de liberales y Demócratas para Europa), ponentes del informe, se hacen una imagen "muy bonita". Y es que, tras seis meses de investigación, se estima que millones de coches diésel de diferentes compañías están afectados por el escándalo.

Gerbrandy culpa no solo a la Comisión Europea, a la que acusa de "de no querer o no ser capaz de tomar medidas", sino también a los estados miembros, de los que asegura no están haciendo los esfuerzos necesarios para que este fraude no ocurra. "Hemos descubierto que esto no ocurre solo en Volkswagen, sino en muchas otras marcas de automóviles y que, además, se ha hecho en parte de manera deliberada", explica el eurodiputado, para quien el peor problema al que se enfrentan en Europa es la falta de asunción de responsabilidades. "En una democracia que funcione bien, la responsabilidad política es fundamental y si es necesario apuntar con el dedo a alguien, se hace", sentencia.

CONTROL DE EMISIONES

Aunque ambos eurodiputados sostienen que la legislación del aire en Europa está "muy lejos de ser perfecta", el español Zalba asegura que este momento puede ser "una oportunidad para mejorar el control de emisiones y que Europa sea pionera en ello". Y es que el tráfico urbano es una de las principales causas de contaminación del aire en España, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En su opinión, la legislación puesta en marcha entre el 2004 y el 2010 bajo el mandato del excomisario Gunter Verheugen fue "en gran parte responsable de la situación" actual por lo que es necesario profundizar para ver qué ocurrió en ese periodo.

La investigación está en la mitad de su recorrido y habrá que esperar hasta marzo del 2017 para conocer sus conclusiones. Hasta finales de año, la comisión tiene previsto celebrar otra decena de reuniones para centrarse en tratar de aclarar el papel de las autoridades nacionales y regionales. "La democracia europea también implica que los gobiernos han de rendir cuentas en Europa", advierte Gerbrandy.