De Sant Celoni a Río 2016

Las 18 piscinas que se utilizarán en los juegos de Rio 2016 tendrán algo del Vallès Oriental. En concreto, los revestimientos de PVC que se producen en la fábrica que Renolit tiene en Sant Celoni para las piscinas que ha realizado su cliente, la italiana Myrtha Pools, especialista y líder mundial en estas instalaciones para grandes eventos. 

Aunque pertenece a una multinacional alemana que también cuenta con las divisiones de obra civil y cubiertas industriales, toda la actividad relacionada con las piscinas de Renolit se lleva a cabo en las instalaciones de la localidad vallesana, que cuenta con 245 empleados, desde el diseño hasta la innovación y el desarrollo (I+D) y la producción, explica su director, Frederic Weemaels.

De esta planta salen cada año 30.000 toneladas de este producto o cinco millones de metros cuadrados, que equivalen al revestimiento de unas 50.000 piscinas. El 90% de lo que se produce se exporta, afirma Weemaels. La facturación de esta actividad alcanza los 40 millones de euros anuales.

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La implicación de en los Juegos de Rio no es una cuestión de facturación, ya que apenas son unos 20.000 metros cuadrados de revestimientos para 18 piscinas, pero sí que lo es de imagen y prestigio.

La compañía ya participó en los los juegos de Atlanta (1996), Pekín (2008) o Londres (2012). En esta ocasión es la primera vez que se ocupan también de la piscina principal en la que se desarrollarán las pruebas de natación. Y  "será la primera vez que una piscina olímpica es desmontable y se podrá reubicar en el futuro".  

Una de las ventajas de las piscinas que se realizan con Myrtha Pools es que se pueden posteriormente reubicar, como ya se hizo tras los Juegos de Londres. Los módulos diseñados por la compañía italiana junto con los revestimientos de Renolit han logrado crear unas piscinas de última generación.

El hecho de que el material Renolit sea totalmente estanco permitirá que los ciudadanos brasileños de otras zonas puedan tener acceso luego a piscinas olímpicas una vez que el evento deportivo haya finalizado. Las instalaciones se podrán reubicar en función de las necesidades del país, evitando grandes infraestructuras que luego no se utilizan, como ha sucedido tras otros juegos olímpicos.

Las perspectivas del negocio son positivas. No solo por la participación en los juegos de Rio sino porque el año posterior a uno en el que se ha producido una ola de calor o han subido mucho las temperaturas aumentan las ventas. Y este año los termómetros apuntan alto. De hecho, el crecimiento de la compañía se ha situado en torno al 15%, explica su director.