El Ecofin pone en marcha el reloj de las sanciones a España

Guindos, con su homólogo alemán Wolfgang Schauble, en una reunión del Ecofin en Bruselas.

Guindos, con su homólogo alemán Wolfgang Schauble, en una reunión del Ecofin en Bruselas.

SILVIA MARTINEZ / BRUSELAS

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La cuenta atrás para que la Comisión Europea fije el importe de la multa a España y congele parcialmente los fondos estructurales por no adoptar “medidas efectivas” para corregir el desvío del déficit público en 2015 –del 5,1% frente al 4,2% prometido- ya ha empezado y no tiene vuelta atrás. Los ministros de economía y finanzas de la Unión Europea (Ecofin) han avalado sin fisuras el dictamen de Bruselas, que desencadena automáticamente un procedimiento sancionador que nunca hasta ahora en la historia del euro se había activado.

La cuantía de la multa la tiene todavía que fijar la Comisión Europea. El reglamento recoge una sanción de hasta el 0,2% del PIB –unos 2.100 millones en el caso español- aunque Bruselas tiene potestad para rebajarla e incluso proponer una multa cero si considera que la justificación es aceptable. Es a lo que aspira España y para ello el ministro en funciones, Luis de Guindos, ya ha anunciado que remitirá una carta con alegaciones este miércoles.

“Espero una carta defensiva, no ofensiva. Es decir, que debe subrayar los próximos pasos que van a dar para resolver los problemas. Estoy seguro que ayudará a la Comisión a decidir sobre las sanciones”, indicaba el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. Bruselas ya ha dejado claro que está dispuesta a perdonar y dejar la multa en cero pero no gratis. “Hay posibilidades de reducir la multa potencialmente a cero pero debemos ver loscompromisos que asumen”, decía el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis.

La segunda repercusión directa del procedimiento sancionador es la congelación parcial de los fondos estructurales del año 2017. Según las reglas, Bruselas deberá congelar hasta el 50% de las ayudas del próximo año aunque hay atenuantes a tener en cuenta que pueden rebajar el porcentaje como el nivel de paro. Si se tiene en cuenta que España recibirá entorno a 36.000 millones durante el período 2014-2020 –unos 5.100 por año- eso significa que podrían verse afectados un máximo de 2.500 millones, sin tener en cuenta los factores eximentes que situarían la cifra final más cerca de los 1.000 millones.

El Ecofin ya decidió en 2012 congelar el 29% de los fondos (495 millones) a Hungría. A juicio del alemán Wolfgang Schäuble, esta amenaza es suficiente incentivo para obligar a España ya que la congelación irá acompañada además de un endurecimiento de la vigilancia presupuestaria a España. “El riesgo de que se congelen los compromisos de los fondos destinados a la financiación de proyectos se puede evitar si en lo que queda de 2016 aplican las recomendaciones”, advierte.

PLAZOS ACELERADOS

Pese a las semanas de vacilación de la Comisión Europea, las prisas centran ahora el debate. Empezando por el gobierno español. Madrid tiene diez días para presentar alegaciones pero Guindos ya ha confirmado que remitirá la carta este miércoles. Bruselas mientras tanto tiene 20 días máximo –hasta el 1 de agosto- para fijar la cuantía. La intención es hacerlo en la último reunión antes del parón estival el 27 de julio aunque la fecha no está cerrada e incluso podría adelantarse. Una vez hecha la propuesta, el Ecofin tendría otros 10 días de plazo para oponerse a la propuesta. Si nadie se pronuncia –por mayoría cualificada en contra- quedará automáticamente aprobada.

NUEVA SENDA PARA EL DÉFICIT

Bruselas ya propuso un año adicional, hasta 2017, a finales de mayo pero su propuesta quedó invalidada en el Consejo debido a que no utilizó la vía del procedimiento por déficit excesivo. El resultado es que el Ejecutivo comunitario volverá a presentar una nueva senda a finales de mes, al mismo tiempo que la multa. Según ha avanzado el comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici, la intención de Bruselas es volver a proponer ese año extra de nuevo. Una propuesta que el gobierno en funciones necesita con urgencia para fijar el techo de gasto con el que negociar y elaborar los presupuestos de 2017.

LOS ARGUMENTOS DEL GOBIERNO

Ni “el giro sin precedentes” de la economía española en los últimos cuatro años –rebajando el déficit del 9,6 al 3,9% que vaticina Bruselas para este 2016- ni la baja inflación, ni la creación de empleo, ni nada hasta ahora han sido suficientes argumentos para convencer a Bruselas de que España hizo las cosas bien el año pasado.

Por eso, las alegaciones que presentará este miércoles Guindos incluirán además un compromiso de más de 8.000 millones en forma de recaudación extra que esperan lograr por medio de tres vías: 1.000 millones de la lucha contra el fraude, 1.500 millones a cuenta del pago de intereses de la deuda y 6.000 por el aumento del tipo mínimo en los pagos a cuenta del impuesto de sociedades. El objetivo de este gesto es garantizar que España controlará las cuentas y situará el objetivo de déficit por debajo del 3% en 2017.