LUZ VERDE AL PLAN DE ESTÍMULOS

La justicia alemana avala el plan de compra de deuda del BCE

El Tribunal Constitucional descarta las demandas alemanas contra el programa de Draghi pero impone condiciones

Draghi saluda tras comparecer ante la prensa.

Draghi saluda tras comparecer ante la prensa.

CARLES PLANAS BOU / BERLÍN

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Mario Draghi respira un poco más aliviado. Después de meses de disputa con las autoridades alemanas por el plan de compra de deuda masivo impulsado por el Banco Central Europeo (BCE), institución que preside, el Tribunal Constitucional de Alemania le ha dado la razón al considerar que su plan es legal y que no “excede su mandato”, como habían denunciado académicos y empresarios de la primera potencia económica europea.

Los jueces de Karlsruhe, sede del alto tribunal, han dictaminado que el plan que Draghi ideó en septiembre del 2012 para hacer frente a la crisis económica no vulnera las leyes de Alemania. Así, las intenciones de los sectores ortodoxos han vuelto a dar contra un muro. En enero del año pasado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) ya declaró que el plan Draghi de compra de deuda también era compatible con el derecho comunitario.

Aún así, la justicia alemana ha impuesto algunas condiciones a la iniciativa. El Tribunal Constitucional ha anunciado que la compra de deuda de un país tendrá que ser limitada, no podrá anunciarse con anterioridad y que en caso de que en un futuro se involucre al Bundesbank el Gobierno y el Parlamento alemán deberán dar el visto bueno.

La resolución del alto tribunal alemán da así luz verde al BCE para que, en caso de que sea necesario, ayude a los países más necesitados a través de la compra de su deuda pública. La ley comunitaria prohíbe la financiación directa a los Estados miembro. Hasta ahora el BCE también ha adquirido deuda pública de estados de la Unión Europea por valor de hasta 851.670 millones de euros.

CHOQUE CON BERLÍN

El plan de compra ilimitada de deuda que Draghi creó en 2012 nunca se ha puesto en marcha pero molestó a Berlín. La decisión de hoy zanja el rifirrafe entre la institución bancaria y el motor económico europeo.. La decisión de hoy zanja el rifirrafe entre la institución bancaria y el motor económico europeo sobre la legalidad de la medida. El dictamen también reafirma la independencia del BCE y la capacidad de la eurozona para hacer frente a los problemas económicos, algo que, según los expertos, puede beneficiar a los partidarios de la permanencia del Reino Unido en la UE del referéndum que se celebra dentro de dos días.

Las quejas de Berlín se intensificaron después que el BCE anunciase el pasado marzo la ampliación de su plan de compra de deuda hasta los 60.000 millones de euros mensuales y su extensión a la deuda corporativa privada. Justo ayer, la institución bancaria europea anunció que ya ha comprado más de 2.248 millones de euros en bonos empresariales.

El choque entre Berlín y el BCE llegó a sus máximas cuotas el pasado abril cuando el ministro de finanzas germánica, Wolfgang Schäuble, culpó a las políticas monetarias impulsadas por Draghi con el “50% de la responsabilidad” del auge de la ultraderecha en Alemania. La mano derecha de Angela Merkel también se mostró entonces preocupado por unas políticas de bajos tipos de interés que pueden lanzar a la clase media preocupada por sus ahorros a los brazos de los populistas.

¿DE DÓNDE NACIÓ EL PLAN?

En julio del 2012 Europa vivía ajetreada por una tormenta financiera sin precedentes. Grecia tenía un pie fuera de la UE y España e Italia parecían abocadas al mismo camino. Entonces Draghi utilizó el potencial del BCE como arma: “Haremos todo lo necesario para sostener el euro”. Sus insinuaciones de un mayor intervencionismo del BCE, implicando incluso la polémica compra de bonos, tuvieron un impacto inmediato en los mercados, ayudando a rebajar la presión de los países más débiles de la eurozona mientras Berlín se puso las manos a la cabeza

¿QUÉ IMPLICA?

El programa de Draghi, conocido como “expansión cuantitativa” por la inyección de liquidez que supone en el mercado, pretende aumentar el precio de los bonos soberanos para que se debilite la cotización del euro y esa depreciación ayude a las exportaciones europeas a ser más baratas y competitivas. Así, el BCE comprará deuda pública y privada en el mercado secundario por valor de 60.000 euros mensuales hasta, al menos, el mes de septiembre. Con ello Draghi también pretende acercarse al aún lejano objetivo de una inflación del 2%.

¿POR QUÉ ALEMANIA SE OPONE A ELLO?

Alemania es el motor económico de Europa y principal partidario de la ortodoxia y la austeridad. El plan Draghi da margen a los países más endeudados, algo que choca directamente con las directrices de Berlín de no aflojar la cuerda. Eso también evidencia la pérdida de influencia del ejecutivo de Merkel en el BCE. A la voluntad de control alemana también hay que añadirle su temor histórico a la inflación, un problema que golpeó severamente a la Alemania de entreguerra, que explica su obsesión por mantener la estabilidad de precios.