La impresión 3D revoluciona la industria

La impresión 3D no es futuro, sino presente. Este nuevo método de producción de objetos ha dejado de ser un paradigma para convertirse en una realidad que está cambiando cómo las empresas modelan y crean. Sus ventajas son múltiples, y sectores como el de la salud, la automoción, el aeroespacial, el consumo y la arquitectura, están ya implantando estas soluciones e irán a más en el futuro. Buena parte de lo que se puede lograr gracias a la impresión 3D se puede ver en la feria In(3D)ustry, que se celebra por primera vez en Barcelona hasta el jueves.

La historia de la impresión 3D se remonta a 30 años atrás, pero es ahora cuando se comienzan a ver los frutos de los avances en esta tecnología. No solo porque el abaratamiento de las impresoras ha llevado a los consumidores a adquirir este tipo de centros creativos, sino porque la industria comienza a incorporar máquinas de este tipo a sus procesos productivos, cambiando la forma de planificar y fabricar. De hecho, según un análisis de UPS y la Asociación de Consumidores Tecnológicos de EEUU (CTA, por sus siglas en inglés), la impresión en 3D es ya un mercado valorado en 6.500 millones de euros (+30% en un año), que alcanzará los 20.000 millones en el 2021. "La impresión 3D tiene potencial para sacudir las cadenas de suministro impactando positivamente en la fabricación, los costes de inventario y los plazos de entrega", afirma el documento.

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Esa es la clave de la impresión 3D: la posibilidad de crear, por un coste reducido y en poco tiempo, casi cualquier producto. Los materiales que se pueden usar también están ampliándose, y las máquinas que hacen posible la producción industrial 3D serán capaces, como ha anunciado HP, de incorporar en poco a tiempo a los objetos sensores, capacidades conductivas y códigos de identificación. Todo ello, en una producción bajo demanda y encima personalizada pieza a pieza, con las ventajas que ello supone para todo tipo de industrias. "La impresión 3D presenta oportunidades de negocio irresistibles. Las compañías que esperen demasiado para explorar su potencial pueden perder la oportunidad", asegura el informe de UPS.

El fomentar el cambio de paradigma es lo que busca la feria organizada en Barcelona por Fira, y que cuenta con el apoyo del ayuntamiento, la Generalitat y el Consorci de la Zona Franca, además de HP, compañía que ha situado en Sant Cugat su centro mundial de investigación y desarrollo de 3D. "El protagonista de la feria no es la máquina, sino las aplicaciones. Automoción aeronáutica, arquitectura, consumidores, salud... Estos sectores explican cómo ya están adaptando esta manera de crear en sus procesos productivos, porque lo que queremos es inspirar a otras empresas para que lo adopten por sus enormes ventajas", explica a este diario el director de la feria In(3D)ustry, Miquel Serrano. "Hay sectores que ya están implantando soluciones impresas en 3D, pero otras no. Queremos que gracias a este salón haya innovación cruzada, que las industrias aprendan de otros ejemplos de sus mismos sectores pero también de otros", añade.

En la feria hay una veintena de expositores pero, sobre todo, zonas de demostraciones de productos creados gracias a la impresión 3D. Desde prótesis a réplicas de corazones humanos, cubiertos, copias de personas en muñecos, drones, piezas de ropa, bicis, monopatines o objetos creados con bioplástico logrado a partir de residuos de comida, entre muchas otras aplicaciones reales. También una zona de exposición de Fab Labs, donde se encuentran numerosos proyectos crearos por ‘makers’ locales e internacionales. "Muchísima gente se está interesando en este movimiento, con proyectos a pequeña escala pero también de alcance, como prótesis para atletas o incluso telescopios", explica Mariona Ciller, productora de esta zona (Maker Pro)  y miembro del Fab Lab Barcelona.

 “Catalunya es un potencial en la materia. Hay centros tecnológicos punteros, multinacionales como HP que apuestan por este segmento, una red de Fab Labs (laboratorios de fabricación) y talleres que llevan mucho tiempo funcionando, y Catalunya ha sido un lugar de industrialización histórica, por lo que hay muchos elementos para que se abrace y lidere esta nueva revolución industrial”, señala Serrano.

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