DIRIGENTES DEL CERCLE D'ECONOMIA

Anton Costas y Josep Piqué, dos visiones sobre la crisis

Josep Pique y Anton Costas

Josep Pique y Anton Costas / periodico

J-M.U.

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Quienes conocen la larga trayectoria de Cercle d'Economia, saben que sus presidentes ejercen el cargo desde la independencia, es decir, procuran evitar decir en público sus preferencias cuando se mezcla economía y política, en beneficio del cargo que ocupan, celosos de la pluralidad de los socios.Pero no todos piensan igual ni tienen por qué ocultarlo, si la ocasión lo permite.Se presentó el jueves por la noche en el hotel Eurostars Grand Marina, en el complejo World Trade Center del puerto de Barcelona. Antón Costas, presidente del Cercle, y Josep Piqué, su predecesor en el cargo (equivale a que influyó en la designación de Costas) dejaron claro ante el auditorio que hay dos maneras de interpretar los orígenes de la crisis y de las recetas para salir de ella.

El organizador del acto es Amancio López, creador e impulsor del grupo Hotusa, que ha concebido un nuevo foro de debate llamado Encuentros Hotusa, en el que dos personajes públicos y de sobra conocidos (la primera sesión, el 17 de marzo, la protagonizaron el exalcalde Jordi Hereu y el catedrático de Economía de la UB Ramon Adell), dejó claro en su presentación sus dos objetivos: "hay que poner las luces largas para ver el futuro económico" y también que "el capitalismo del corto plazo no crea empleo". Un centenar de asistentes, la mayoría vinculados al mundo de la restauración y el turismo, y una primera fila dominada por políticos del PP (Llanos de Luna, Alberto Fernández Díaz, entre otros), acompañados por el banquero Carles Tusquets, el exconseller Felip Puig y la exministra Anna Birulés. 

En este contexto amigable, Costas y Piqué se soltaron poco a poco. El primero calificó al segundo de "liberal", y en el viaje de vuelta se llamó "socialdemócrata" al actual presidente del Cercle. En esta tesitura, los argumentos de uno y otro cumplieron con el deseo de Amancio López de facilitar los contrastes, más que debates, porque no lo hubo.

La doctrina de uno y otro diuscrepan.Sostiene Piqué que el cambio profundo mundial se inició en la caída del muro de Berlín (1989). "Acaba el orden mundial pero hace, desde entonces, que los conflictos sean predecibles". Replica Costas: "Antes del 2008 todo se podía predecir. Teníamos la experiencia de la gran depresión de 1929. Pero ahora vivimos en incertidumbre, que es distinta del riesgo. El riesgo se mide y se asegura. La incertidumbre, no". Si no hay acuerdo en el diagnóstico, todavía menos en el tratamiento. Aquí surgió el máximo ambiental, a cuenta de Keynes. Piqué dijo que apelar a esa doctrina es vulgar y Costas recordó que el capitalismo es maníaco depresivo porque siempre teme a la capacidad del sector público para enderezar una economía a la baja y que perjudica a los más necesitados.

Siguieron ambos ponentes, sin perder las formas, discrepando sobre si el euro había sido una buena opción europea: para Piqué sí, si sirve para evitar que la UE se convierta en un espacio común solo de comercio ("si fracasa el acuerdo de Shenguen de libre circulación de las personas, se acaba la UE actual". Para Costas todavía no, porque el objetivo último ha de ser que haya emisión de deuda europea.

Donde coincidieron, con matices, ambos contertulios, es en aceptar que si no se dan opciones a las generaciones de españoles preparados que no encuentran trabajo en España, "vamos a tener problemas en la economía y en la democracia".