Bruselas se decanta por bloquear la venta de la filial británica de Telefónica, O2

La Comisión Europea tiene previsto bloquear la compra de la filial británica de Telefónica, O2, por parte del grupo hongkonés Hutchison Whampoa. La operación, pactada en 12.500 millones de libras (unos 13.000 millones de euros), estaba pendiente de la decisión de Bruselas, y finalmente la opción comunitaria sería detenerla por razones de competencia.

Según han asegurado a Efe dos fuentes conocedoras de la situación, el ejecutivo comunitario se inclinará por impedir la compra por razones de competencia. La decisión será tomada en breve, aunque fuentes de Telefónica han asegurado a este diario que no esperan que se produzca el pronunciamiento hasta al menos la semana que viene.

El motivo que argüirá Bruselas es que Hutchison ya está presente en el mercado británico con el operador de telefonía móvil Three. La suma de ambas (O2 y Three) llevaría a la firma británica a convertirse en líder del mercado británico, por lo que el ejecutivo tiene dudas sobre la reducción de la competencia en el Reino Unido.

Sin embargo, otras fuentes conocedoras de la negociación afirman que Reino Unido ha presionado a Bruselas para evitar la venta. La competencia sobre el operador histórico, British Telecom (BT), y que precisamente sea una excolonia la nueva líder del mercado, no han sentado bien en Londres. De hecho, la semana pasada, en la conferencia con analistas para presentar los resultados del primer trimestre, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, aseguró que no se puede descartar que las autoridades de Competencia de la Comisión Europea veten la operación "por motivos políticos".

En concreto, el presidente ejecutivo de Telefónica criticó que el debate en torno al 'Brexit' y la posición de los reguladores británicos, que se han mostrado públicamente en contra de la operación, "estén contaminando" la decisión.

Telefónica acordó la venta de su negocio en el Reino Unido hace más de un año, en marzo del 2015. La operación es relevante para la compañía que preside Álvarez-Pallete porque le permitirá reducir su endeudamiento, que supera los 50.000 millones de euros. Telefónica decidió vender el negocio en el Reino Unido después de que intentara entrar en el capital de BT para poder ofrecer paquetes conjuntos de móvil, internet y televisión, operación que los ingleses descartaron.