EL REGRESO DE CONDE A LA CÁRCEL

Los guardeses, el chófer y un ciudadano hindú

Mario Conde se dirige a la Audiencia Nacional, custodiado por la Guardia Civil, ayer.

Mario Conde se dirige a la Audiencia Nacional, custodiado por la Guardia Civil, ayer.

MARGARITA BATALLAS / MADRID

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Mario Conde tiró de hijos, hermana, cuñado, amigos y empleados para montar un entramado empresarial en España y en el extranjero para mantener su elevado tren de vida cuando ya había perdido la presidencia de Banesto y había conocido la cárcel en la que permaneció hasta el 2006. 

El juez Santiago Pedraz detalla en el auto en el que le envía de nuevo al penal junto al abogado Javier de la Vega los tejemanejes del exbanquero desde 1999 hasta la actualidad que le han permitido blanquear 13 millones de euros y eludir el embargo de su "fortuna real" y de sus casas después de que fuera condenado en 'el caso Banesto' a una responsabilidad civil de 26 millones de euros de lo que solo ha pagado 11. Además, gracias a este sistema de ocultación ha contraido una deuda con Hacienda de otros 10 millones de euros porque tributa a través de sociedades.

El togado explica que Conde ha ingresado en distintas cuentas ingresos procedentes de ocho sociedades radicadas en distintos países como Emiratos Árabes, Reino Unido, Luxemburgo o Italia. Una de estas empresas, la luxemburguesa GI Beteiligung fue usada por el exbanquero para adquirir las propiedades de Can Poleta en Palma de Mallorca. "Estas fincas pertenecieron a la familia Conde", dice el juez, pero luego se transfirieron a esta sociedad "para evitar el embargo judicial". 

A pesar de ello, hasta el año 2012 la familia Conde ha disfrutado de esta finca. Lourdes Arroyo, la primera esposa del banquero fallecida en el 2007, ingresaba en concepto de alquiler por esta finca 18.000 euros al trimestre en una cuenta abierta en CaixaBank en la que figuraban con firma reconocida Pierre Henri Antoine Schill y Carlos Castaño que era el guardés de la finca.

LOS SUELDOS

El guardés  y su mujer, Catalina Cerdà, cobraban un sueldo mensual de 910 euros de una cuenta de La Caixa de la que es titular Alejandra Conde. Esta cuenta recibió 550.249 euros en efectivo ingresados, entre otros, por el chófer, Félix Loza. Por su parte, Ronald Stanek, "el profesor de esquí"  ha explicado, tras su detención, que actuó como testaferro, pero que su labor se limitó a "firmar cuando le llamaban de la empresa". Cristina Fernández también se ha desmarcado de esta red, aunque percibió por sus las labores de testaferro un sueldo de 2.730 euros en el 2014 y de 3.030 en el 2015.

Sin embargo, las alarmas saltaron en el 2013 con una transferencia de Dubai que la Caixa se negó a ingresar por un importe de 385.486 euros. El yerno del exbanquero, Fernando Guash (en libertad con medidas cautelares) abrió después una cuenta en el banco Espíritu Santo y intentó ingresar el dinero, pero tampoco lo consiguió ante "la existencia de blanqueo de capitales", a pesar de que trató de justificarla como "un contrato de opción de compra" entre una de las sociedades de Conde y el ciudadano hindú Manav Kirschinchand Rupani. La opción de compra era de 950.000 euros, aunque el el 2011 el valor de la finca era de 166.000 euros. Esta alerta puso en marcha esta operación.